Una boca cuidada es sinónimo de belleza, salud y la mejor tarjeta de presentación, pero en esta precisa estación, me sorprende ver como muchas personas llevan los labios deshidratados y secos, olvidando por completo sacar partido a su boca.
Da igual que sean finos, gorditos o regulares, llevarlos nutridos o con un simple toque de brillo realza el conjunto del rostro de manera espectacular, pero si además de exaltar su aspecto, los cuidamos, evitaremos la aparición temprana de arruguitas y les otorgaremos el puesto de honor que se merecen. ¿Repasamos un protocolo facilísimo?
Exfoliar
En verano estamos muchas horas bajo la luz natural, la más reveladora, y su efecto acentúa poderosamente todos los defectos y falta de mimo. Tengo claro que la sonrisa que veo en el espejo, no es la misma que muestro en el exterior. Sé que mis labios necesitan algo más. Podéis hacer la prueba: mirad vuestra boca con luz interior y después hacedlo bajo la luz del sol. Si el efecto os decepciona, no os preocupéis, mejorarlo sustancialmente es posible tan sólo con una una pautas sencillísimas y muy agradables…
Pielecitas, sequedad, restos de color…, a la hora de cuidarlos lo primero que se debe hacer es exfoliarlos con suavidad para retirar pieles, restos de maquillaje o color, y células muertas, y permitir que la hidratación posterior sea realmente efectiva. Otro beneficio importante de esta práctica es activar la microcirculación, una ayuda para regenerar finísima piel de los labios y lograr un efecto repulpante inmediato, además de un color rosado muy saludable.
Recuerda, sin embargo que todo debe ser llevado a cabo la la máxima delicadeza, sin desplazar la piel y con un masaje muy superficial, solo "acariciar" los labios con el producto específico o recurrir al remedio casero del utilizar un cepillo suave de dientes, nunca un exfoliante de rostro.
Brillo, hidratación, sin más
Si sois de las que huís de maquillar vuestros labios con color, tranquilas, ese post no trata sobre eso, los más mínimos cuidaos realzan la boca al máximo y embellecen el rostro con una fuerza increíble. Elegir un específico para cuidarlos es la clave, éste puede aportar brillo o no, puede ser para la noche o el día
¿Amáis el color?
Si apostáis por el color, como en todo, existen trucos para resaltar lo bueno. ¿Sabéis que hay colores de barras de labios que potencian a nivel máximo el color blanco de los dientes? El rojo es uno de ellos. Otros, por el contrario, pueden llegar a causar o acentuar una tonalidad más amarillenta, si queréis huir de este efecto, evitad los colores anaranjados en vuestro labios.
En estos días, bajo el sol, sonreímos y reímos, puede que más que en ningún otro momento del año, pero atención: todo queda al descubierto. Cuidar los labios es una es una rutina saludable, visible y muy favorecedora que puedo hacer por mi. Sé que la constancia es fundamental porque tengo presente que sin una continuidad, los efectos logrados se pierden rápidamente. Por el camino, utilizo productos muy agradables, frescos y tentadores.
