Esto significa dejar de lado las texturas mate porque, por lo general, el producto acaba acumulándose en nuestras arrugas o líneas de expresión desmejorando completamente el look, además de restar luminosidad. Y por otra parte, tenemos que obviar también de las texturas más brillantes.
Es decir, hay que apostar por el efecto buena cara que conseguimos con las texturas ligeramente satinadas que dan luminosidad al rostro sin aportar brillos innecesarios. Aquí, la búsqueda de esa transparencia en la piel es clave.
Por ello, nuestras mejores aliadas van a ser esas bases fluidas, ligeras, de cobertura media y regulable que se funden con la piel de manera que aportan esa luz y efecto glow controlado.
Elegir bien el tono
Ya por fin hemos conseguido grabarnos a fuego eso de que hay que elegir bien el tono de nuestra base, ya que escoger uno más oscuro que la tez para parecer más bronceada es un error común que envejece y aporta un aspecto poco natural.
Así que siempre aseguraos de elegir un tono adecuado a vuestro color de piel, probándolo en la zona de la zona de la barbilla y escoger ese que sea más parecido
Maquillajes con algo más
Apuesta por los productos que, a la vez de embellecer la piel, también la traten.
Por esta razón, acudir a bases de maquillaje que son también productos de tratamiento es algo clave porque nos aportan un extra que, además, mantendrá la piel bonita y más cuidada.
El iluminador, uno de tus mejores aliados
Los iluminadores son productos que funcionan casi como una barita mágica. Con la edad, como comentábamos más arriba, la luminosidad del rostro se pierde por lo que tenemos que echar mano de todo lo que la cosmética nos ofrece.
Los iluminadores líquidos o en stick serán nuestros mejores aliados.
Evitar los productos en polvo
Principalmente, es para evitar que se acumule en las arrugas y líneas de expresión. Olvídate de abusar de los polvos translucidos que hacen que pierda luminosidad el rostro y opta por productos fijadores hidrantes o con acabado luminoso. A lo sumo
apuesta por polvos bronceadores para definir un poco los contornos y para apostar por las mejillas tocadas por el sol, pero sin abusar.
Sí a los coloretes
El colorete es un producto que siempre rejuvenece apostando por tonos más naturales, dejando de lado los anaranjados o más potentes, y escogiendo tonos más rosados.
Igualmente, el colorete es mejor usarlo en crema porque siempre son más luminosos y además evitan resecar la piel. Y es que con la edad, la sequedad en la piel es algo de lo más acusado, así que mejor usar productos que nos aporten luz y no resequen.
Miradas abiertas y espléndidas
Un básico que no puede faltar, es que la máscara de pestañas abre la mirada y hasta es capaz de eliminar signos de cansancio como dirían muchas de nuestras madres. Dar protagonismo a las pestañas es supone centrar el punto de atención en la mirada y siempre es una buena elección.
Cuida las cejas
Por último, pero no menos importante, tenemos que tratar el tema de las cejas porque son las que enmarcan todo el rostro. Con los años vamos perdiendo volumen y cantidad de pelo, por lo que darles un pequeño repaso con tonos muy similares a los propios es una gran opción porque rejuvenece mucho el rostro. Eso sí, no os paséis con el tono, nunca las oscurezcáis demasiado porque conseguiremos el efecto contrario.