En 1986, Francisco Riberas, ya por entonces uno de los más sólidos empresarios españoles, adquiere la finca La Ventilla, en El Carpio de Tajo (Toledo), para comenzar su andadura en el negocio de la agricultura. Pronto imprime su especial carácter a la nueva actividad y a lo largo de los años va ensanchando las lindes de aquella pequeña explotación hasta convertirla en un enorme mosaico de cultivos y aprovechamientos.
Casi diez años después, en 1996, emprende una ambiciosa transformación de la finca plantando sucesivamente hasta 300.000 olivos. Las favorables condiciones de la zona, y la esmerada dedicación aplicada en su cuidado, hacen que el cultivo se comporte de forma generosa, obsequiándonos con una aceituna delicada y de inmejorable calidad.
Solo desde un profundo respeto y conocimiento del medio, aunando el disfrute sosegado del campo con las más modernas técnicas de gestión agrícola, han podido expresarse en toda su excelencia los más preciados atributos de este fruto milenario.
Sus aceites pretenden ser un sencillo homenaje de esta familia manchega y de todos aquellos que tuvieron el privilegio de trabajar con él fundador, a la persona irrepetible de Francisco Riberas, que no llegó a ver la culminación de aquel proyecto.
UN LUGAR PRIVILEGIADO
La finca Hualdo está situada en un enclave natural privilegiado y alberga multitud de cultivos que conviven con una fauna y flora silvestres de gran riqueza. A orillas del río Tajo, la diversidad de especies es enorme, y este es uno de los aspectos que hacen especial la producción que se obtiene de estas tierras, por eso sus responsables desde hace tiempo se sienten responsables del inmenso patrimonio natural que gestionan, por eso buscan en todo momento compatibilizar su conservación medio ambiental con los trabajos que se llevan a cabo en los diferentes cultivos.
Los aprovechamientos de la finca van desde el cultivo de cereales como maíz, trigo o cebada, leguminosas como guisantes o alfalfa, hasta las plantaciones de pistacheros y el cultivo principal que es el olivo. Además, contamos con un rebaño de ovejas de raza manchega, que es la autóctona.
Un conjunto como este es considerado como un “ciclo cerrado”, pues una parte importante de lo que produce la finca se queda en ella, sirviendo así para mantener el equilibrio de la propia naturaleza. Los cereales y la alfalfa sirven para la alimentación de las ovejas, cuyo estiércol es empleado como abono en el olivar y en otros cultivos. El suelo del olivar no se labra, por lo que la hierba crece entre los árboles hasta un determinado momento en que es segada, dejando los restos encima de la tierra para que sirvan de abono. Lo mismo ocurre con los brotes y ramas de olivo que se cortan en la poda, pues son triturados para que se degraden más fácilmente en el suelo, devolviendo así muchos de los nutrientes que los árboles necesitan.
MÁXIMA EXIGENCIA DEL CAMPO A LA MESA
Otro aspecto muy importante es el agua de riego del olivar. Esta viene del río, pero su uso tiene que ser lo más eficiente posible. Para ello contamos con varios tipos de sensores de última generación que nos aportan información muy valiosa sobre la humedad que tiene el suelo y la actividad de los olivos, para de esa manera aportar sólo el agua necesaria. Además, en la finca Hualdo hay instaladas dos estaciones meteorológicas que permiten conocer la influencia del clima sobre el cultivo.
En la almazara también se realiza un uso sostenible de los recursos, pues toda la calefacción y agua caliente se obtiene a través de unas calderas cuyo combustible es el hueso de las aceitunas. Por otra parte, los restos de ramas y hojas que llegan al recoger la aceituna son llevados a las ovejas.
Estos son algunos ejemplos prácticos de cómo se persigue la convivencia del hombre con la propia naturaleza, tratando siempre de preservarla al máximo.
Es una finca situada en pleno corazón de Toledo, en la que los 300.000 olivos, situados a 500 metros de altitud, producen anualmente 750.000 kg de aceite de categoría premium. El profundo respeto y conocimiento del medio por parte del equipo responsable de su obtención, además de las técnicas más cuidadas, confieren a sus aceites propiedades organolépticas extraordinarias.
En Casas de Hualdo sólo hay una máxima que guía su trabajo: la búsqueda de la excelencia. Desde el campo hasta la almazara, el equipo trabaja con dedicación en el cuidado de los olivos para que su fruto llegue al consumidor transformado en aceites elegantes que encierran todos los aromas y el sabor de cada aceituna. Aceites únicos, aceites excelentes, aceites irrepetibles.
EL OLIVAR ESENCIA DEL ACEITE
En Casas de Hualdo realizamos durante todo el año un seguimiento exhaustivo del cultivo: controlamos su crecimiento, el estado sanitario, manejo del suelo y todas las fases del desarrollo de fruto. Utilizamos las técnicas de cultivo más modernas como el riego por goteo monitorizado o la fertirrigación. Pese a la extensión del olivar, en esta almazara toledana se preocupan y ocupan de conocer el estado de cada parcela, para así conseguir lo mejor de sus olivos.
A través del seguimiento de maduración, y gracias a la observación constante y la experiencia adquirida, decidimos cuál es el mejor momento para la recolección de las distintas variedades y olivares. Esta se produce entre los meses de octubre y noviembre. La cosecha temprana supone una merma importante en la producción, pero nos permite obtener aceites mucho más aromáticos y expresivos, que muestran el potencial de nuestra tierra .
Todos los procesos, desde el patio de recepción hasta el envasado, cuentan con la última tecnología y han sido cuidadosamente diseñados para extraer lo mejor del fruto. La situación de la almazara, a pie de campo, garantiza que la aceituna llega viva a la zona de molturación. Para evitar su deterioro, la aceituna es procesada antes de que pasen seis horas desde su recolección. Durante la extracción, la temperatura se mantiene por debajo de los 25ºC para prevenir la pérdida de los componentes y aromas más volátiles.
PURO ZUMO DE ACEITUNA
La riqueza del suelo de su finca olivar les permite jugar con la maduración de las diferentes aceitunas para conseguir aceites complejos y equilibrados: que presenten grandes cualidades antioxidantes, al tiempo que se perfila su aroma y su sabor para conquistar el paladar de los consumidores. El elaiotécnico es el encargado de ayudar al maestro de almazara a exaltar las virtudes del aceite.
En esta factoría embotellan prácticamente bajo pedido, lo que permite que mantengan el aceite en las condiciones óptimas de conservación. El aceite se almacena en depósitos de acero inoxidable inertizados, a una temperatura de entre 16 y 19ºC, lo que preserva al máximo sus propiedades.
En cada cosecha producen unos 700.000 litros de aceite Premium procedente únicamente de sus olivares, garantizando así la calidad y trazabilidad del AOVE. Un producto de valor que su equipo de comercialización se encarga de hacer llegar al consumidor en establecimientos gourmet, a través de su ultima incorporación a la modernidad a través de su tienda online www.aceiteoliva.com, o abriendo nuevos mercados en el exterior.
MIRANDO HACIA EL FUTURO
La apuesta por el mercado exterior ha hecho crecer el proyecto de Casas de Hualdo hasta casi duplicar las exportaciones en cada campaña. Exportan aceite de oliva virgen extra a 27 países de cuatro continentes: Asia, Europa, América y Oceanía, en donde no sólo venden sus productos, sino que divulgan la cultura del aceite de oliva virgen extra.
Año a año, con tesón y mucha entrega, van perfeccionando el manejo del cultivo del olivo, con vistas puestas en lograr un aceite excelente.
MEJOR ACEITE FRUTADO MADURO
Casas de Hualdo ha vuelto a recibir, por tercera vez, el preciado galardón Premio Alimentos de España al mejor AOVE de la campaña 2017-2018 con su monovarietal en la categoría Aceites Frutados Maduros, que concede el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Esta distinción se suma a una generosa cosecha de galardones conseguidos por la almazara de El Carpio de Tajo (Toledo) en su última campaña.
Arbequina, Picual, y Cornicabra son las tres variedades mono varietales fundamentales con las que trabaja esta almazara.
El MAGRAMA reconoce así la excelencia del aceite ARBEQUINA que obtiene esta almazara. Se trata de un aceite de color verde hierba claro, que al olfato se presenta como frutado maduro, con connotaciones de tomatera, hierba recién cortada, alcachofa y, sobre todo, plátano. Al paladar resulta dulce de entrada, frutado y suave, con amargor y picor de intensidad media y notas que recuerdan al cacao. De persistencia ligera, los jueces han ensalzado el conjunto de sensaciones armoniosas y la gran variedad de matices que proporciona.
Estos galardones tienen como objetivo contribuir a revalorizar los aceites de oliva virgen españoles de mayor calidad y estimular a los productores a elaborarlos y comercializarlos. También buscan promover la imagen y posición del mercado del aceite de oliva y promocionar entre los consumidores el conocimiento y valoración de las características sensoriales de los AOVE.
GRAN CAMPAÑA
A lo largo de la presente campaña, esta almazara ha seguido obteniendo una generosa cosecha de triunfos. La prestigiosa Flos Olei, homóloga oleícola de la Guía Parker de vinos, ha distinguido a Casas de Hualdo Cornicabra como uno de los 20 mejores AOVE del mundo en su edición 2018, obteniendo esta almazara la calificación de 97 puntos sobre 100. Cabe destacar igualmente el 2º premio del concurso L’Orciolo d’Oro 2018. Otros reconocimientos internacionales, por mencionar algunos, han llegado en estos últimos años desde competiciones tan diversas como el concurso Mario Solinas, Ovibeja, Der Feinschmecker, Olive Japan y Oil china, Nueva York y Los Angeles.
PICUAL: GRAN FRUTADO Y PERSISTENCIA
Intenso y de gran complejidad, se trata de un aceite especial por su elevada persistencia.
Las aceitunas, recolectadas en el momento justo de madurez, dan paso a un zumo amarillo-verdoso. Al abrir la botella se descubre un aceite de gran complejidad aromática, robusto e intenso.
Es la variedad más extendida en el mundo olivarero. De origen andaluz, su adaptación a nuestras condiciones resulta inmejorable, pues en climas algo menos benignos la merma en producción se traduce en aumento de calidad.
El mimo y esmero con el que son cultivados estos árboles, hacen posible la obtención de frutos con gran contenido en polifenoles.
Presenta aromas a verde hoja, plátano verde e incluso a hierbabuena… Multitud de identificadores en un conjunto diverso, que hacen de él un aceite muy especial.
Este monovarietal de esta alamazara ha sido distinguido como “Best 20″, mejor aceite del mundo en la categoría relación/calidad precio en la guía Flos Olei 2014 y mejor en relación calidad/cantidad en 2016.
CORNICABRA: TRADICIÓN Y VANGUARDIA
Se trata de la variedad más tradicional en nuestra zona, con la que la experiencia se hace virtud. Mediante un cuidadoso paso por el molino obtenemos este aceite con elevada cantidad de antioxidantes.
Esta variedad autóctona no es valorada únicamente por su rusticidad agronómica, sino por la gran calidad del aceite que de ella se obtiene.
Es la única variedad amparada por la Denominación de Origen Montes de Toledo, a la cual pertenece esta almazara.
Por su resistencia a nuestros inviernos fríos y veranos calurosos, la cornicabra ha sido, desde tiempos inmemoriales la predominante en Castilla-La Mancha.
Esta almazara elabora este aceite virgen extra de la variedad cornicabra a partir de sus olivares situados a mayor altitud, en suelos más calizos y ligeros.
En la cata que he realizado he apreciado sus antioxidantes que le confieren multitud de aromas verde hoja y manzana, que combinan a la perfección con el marcado amargo y picante, que le da a este aceite su peculiar ADN tan característico.
Este monovarietal ha sido distinguido como Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra de la campaña 2015/2016 de la DO Montes de Toledo. También ha sido galardonado con el Premio Gran Selección 2015 y 2016 al Mejor AOVE de Castilla la Mancha.
El
aceite de oliva virgen extra es un ingrediente que no puede faltar en nuestra dieta alimentaria diaria. Un producto que, al igual que todo lo que está relacionado con nuestra alimentación, cuanta mayor sea su calidad, mejor nos sabrán los platos.
A la hora de elegir un buen aceite de oliva virgen extra podemos encontrarnos con una gran variedad de botellas en el estante de cualquier supermercado o tienda de nuestro barrio, aunque ahora existe la posibilidad de comprarlos también por Internet.