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Prisión permanente, manipulación y aplicación de la Constitución

16 de Marzo | 11:00
Prisión permanente, manipulación y aplicación de la Constitución
"No se puede legislar en caliente", y es una frase que se ha oído mucho estos días, y es verdad, no por Gabriel, no por Diana Quer o la chulería de El Chicle al decir que en 7 años estaría fuera…, no se puede legislar en caliente y saltarse toda la ley, la Constitución y el sistema jurídico y penal que sustenta parte de nuestra libertad y que es un pilar básico de nuestra sociedad, de nuestra convivencia y de nuestro futuro.

Ninguna cadena perpetua devuelve la vida a la víctima, ninguna ley puede ser defendida apelando al sentimiento lógico de rabia y venganza de unos padres que han perdido a un hijo, una prisión permanente solo dolerá a los padres de la víctima, padres que los medios de comunicación olvidarán hasta que tengamos un nuevo episodio de drama personal que devoremos visualmente con avidez.

A ETA no se la venció endureciendo las penas dicen algunos, y otros, que hoy defienden la prisión permanente, me dieron clases en la Facultad de Derecho explicándonos que una pena mayor no acaba con los delitos.

Os pongo un ejemplo. En algunas zonas de EEUU querían poner cadena perpetua por el tráfico de drogas, igual pena que la de matar un policía, pues bien, ¿que haría un traficante si ve que un policía le da el alto para registrar su coche?...es evidente que, analizando los pro y contras, el asesinato del policía sería una buena opción no? Si al delincuente lo detienen por tráfico de drogas, cadena perpetua, si lo detienen por la muerte del policía, cadena perpetua, pero, tiene la posibilidad de escapar e incluso colocar en el mercado la droga…conclusión y permitidme la expresión, con el asesinato gratis de un inocente tendría bola extra de partida.

Es curioso que los que piden encarecidamente que a Cataluña se aplique la Constitución con su famoso 155, se olviden de la aplicación del art. 25.2 de la misma ley fundamental y el fin que en el precepto se regula.

También me sorprende, y en este tema soy un ignorante, (ni practico ni creo) que señores y señoras de misa diaria, buenos cristianos que educan a sus hijos en la fe, pidan venganza y llenen las redes sociales de insultos (Dios es amor y perdón, nos decían de “chicos” en Religión) no ya hacia el asesino, algo fisiológicamente comprensible, sino hacia los partidos que deben hacer cumplir la Constitución y defenderla. Esta forma de actuar, esta forma de pensar articulada en época de recogida de fieles votantes, roza el esperpento o la terrible doble moral.

No se puede legislar en caliente, porque no debemos aprovecharnos del dolor de las víctimas, de la furia y la rabia contenida por ver como un niño ha sido asesinado. No podemos caer a la altura de esos monstruos porque la ira y la venganza nos convertirán en cómplices de ellos.

Hay muchos escalones entre las leyes penales actuales y la prisión permanente contraria a la Constitución Española y muchos instrumentos para arropar a las familias que sufren la muerte en vida al arrancarles a su hijo de esta forma.

No podemos cavar trincheras de odio para ganar esta guerra.



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