El arriero

"Arrieros somos y en el camino nos veremos" ¿Quién nos ha escuchado está frase? Pero, ¿quiénes eran los arrieros o qué eran? Un arriero era lo que hoy llamaríamos un transportista o un camionero. Los arrieros se dedicaban a transportar mercancías o hacían algún porte. Claro quea veces, en vez de hacerlo con vehículos mecánicos lo hacían con los burros o las mulas.

Este oficio parece ser que ya los árabes cuando estuvieron en España lo introdujeron. Así, hacían caravanas y llevaban las mercancías o hacían portes muchas veces. Cuando hacían largas marchas y les caía la tarde o la noche solían hacer un alto en el camino habitualmente descansaban en las ventas o dormían en las cunetas de algún camino.

En la obra de Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha aparece la figura del arriero.

Mi abuelo, que se llamaba Manuel Físico Gómez, llegó ha ejercer este extinto oficio cuando en el cementerio de Barcarrota se hicieron los nichos. Así, la arena que se empleó la acarreo mi abuelo con los burros que iba a las márgenes del río Alcarrache y algunos arroyos llenaba los serones de arena he iban a su destino. Los serones eran unos cestos hechos de esparto que se ponían en los lomos de las bestias y servían para el transporte.

Pero con el progreso y la aparición de nuevos medios de transporte y las nuevas carreteras la figura del arriero desapareció, como a punto estuvo de desaparecer su fiel compañero, el burro, ese noble animal que fue el soporte de la economía de muchas familias humildes. Podemos decir con toda justicia que ese el animal es el que ha levantado España pero sufrió los envites del progreso, la agricultura se modernizó y el burro perdió su razón de ser. Por nuestra ingratitud hemos estado a punto de condenar a la extinción a este noble animal.

Este artículo va dedicado a la memoria de mi abuelo Manolo quien, cuando yo era pequeño, me refugiaba bajo su regazo y me cubría con su chaqueta hecha de remiendo mientras se liaba un cigarrillo...