-¿Te has subido la bragueta?
-¡Coño!
-¿Ves cómo no estás a lo que hay que estar? Se lo advertí al jefe, que el tonto este, o sea tú, no está a lo que hay que estar.
-¿¡Te quieres callar, coño!? Precisamente por estar a lo que hay que estar, que para eso me pagan, no estoy a cosas como subirme la bragueta.