Comentarios políticamente incorrectos

Las elecciones generales en nuestro país vecino han dado como vencedor al socialista Costa que, aunque no ha llegado a la mayoría absoluta, no va a tener ningún problema para gobernar gracias a los seráficos comunistas lusos que le darán su apoyo sin pedir nada a cambio (al menos que se sepa) y no como el pobre Iglesias “el del casoplón” que pide canonjías a tutiplén. Pero no hay que quedarse con los titulares de los medios, hay que leer también la letra pequeña, en Portugal ha ganado la abstención, el 50% de los votantes portugueses se han quedado en casa hartos de que se les engañe y de que cuatro listos vivan opíparamente de la mamandurria pública mientras ellos sufren una altísima presión fiscal y unos sueldos ridículos. La democracia representativa no pasa por sus mejores momentos y, o moderamos el gasto de las instituciones y los sueldos de los políticos y arrimados se adecúan a la situación económica del país, o al final sólo votarán los familiares y allegados de los mamandurrieros por la cuenta que les tiene. El 10-N por cuarto año consecutivo votaremos en España y, a mi no me extrañaría nada, que más de uno le haga una “peineta” a tanto impresentable y se quede en casa.

La chusma, canalla, gentuza, patulea y morralla secesionista se está preparando para liarla cuando se publique la sentencia de marras que ya se está haciendo esperar bastante, no sé si por cuestiones de redacción o es que no se encuentra el momento adecuado para los intereses de algún preboste de la política patria. Según leo en algún medio una especie de asociación fantasma denominada “Tsunami Democratic” se va a encargar de organizar la respuesta callejera al dictamen judicial. Los cobardes líderes independentistas se esconderán debajo de las enaguas de los Mossos y echarán la culpa de lo que acontezca al Estado Español y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El separatismo insolidario, mentiroso y procaz es cobarde por antonomasia, argumenta su posición desde la falsificación de la historia y convierte a las víctimas en verdugos y a los explotadores en explotados. La comunidad más franquista de España fue siempre Cataluña mal que les pese, la burguesía catalana se aprovechó del régimen para chupar del bote y conseguir prebendas en detrimento de otras regiones de España. El Barça, a pesar de los gestos teatrales o teatreros de Bartomeu y comparsa, fue el Club de Franco y por eso por dos veces fue agasajado el dictador, en 1971 y 1974 respectivamente, con la concesión de la medalla de oro de la entidad. Gracias a la intervención directa del Caudillo se hizo el Palau Blau Grana  que aún sigue funcionando y, digo yo, ya que retiran las medallas, también podían devolver el Palau. Y ya el colmo de la desvergüenza que raya en la herejía, es la actuación de la iglesia católica catalana apoyando la insolidaridad, el racismo y la xenofobia. El ecumenismo no existe en la iglesia catalana. Mientras la Santa Sede mira para otro lado y denuncia situaciones de odio y rencor en otros países producido por sectas, facciones o grupos fundamentalistas, en España un grupo de obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas practican el sectarismo, la inquina y la animadversión hacia muchos católicos  a los que se les está poniendo en el disparadero de la apostasía. Debe ser más “cómodo” Santidad echar la culpa a Europa de todos los males del mundo que denunciar a esa pandilla de fariseos fundamentalistas que es en lo que se ha convertido gran parte del clero catalán.