La única razón para creer que se va a construir el Nuevo Hospital pasa porque, en un ejercicio de responsabilidad y justicia social, el gobierno extremeño apruebe y consigne en el DOE la partida presupuestaria correspondiente y plazos de ejecución.
Allá por abril de 2007 el presidente Ibarra con motivo de la inauguración precipitada, por electoralista, del hospital Siberia y Serena. Este sito en Talarrubias, dio a conocer que en dicho centro se habían invertido 20 millones de euros, que contaría con 3 quirófanos, una plantilla de 179 profesionales y Servicio de Urgencias y otras consultas, para atender a unos 30.000 ciudadanos y, apuntó, “que los derechos que tienen los ciudadanos puedan ser cumplidos por la Administración, independientemente del nivel de dinero que tenga en ese momento”. Estaba presente el actual presidente de la Junta, entonces consejero de Sanidad y candidato.
Lamentablemente, en esta“5ª provincia extremeña”, área de salud Don Benito-Villanueva, esos derechos, que afectan a unas 150.000 personas, históricamente han venido siendo vulnerados por los distintos gobiernos extremeños del PSOE y del PP, tanto en el campo de la sanidad, como en el de la educación, la dependencia o las infraestructuras.
La ciudadanía está harta de escuchar de los políticos que la sanidad es el primer pilar del estado de bienestar y, sin embargo, en esta área de salud, la de mayor extensión de Extremadura, la atención sanitaria es indigna, su estado es caótico, debido a la carencia de facultativos especialistas en todos los servicios, agravada por la atención a prestar en cuatro puntos (dos hospitales y dos centros de especialidades), ausencia de especialidades de Neurocirugía y Nefrología, falta de equipamiento y escasez de material. Consecuencias: personal quemado, listas de espera interminables (más de 3 años en alguna consulta), escandalosos retrasos en intervenciones quirúrgicas y pruebas de diagnóstico, consultas que no han funcionado en período estival… ¡Así que los seguros de salud han crecido proporcionalmente a las listas de espera!
Este estado indigno, humillante e injusto es fruto de la discriminación y marginación a la hora de la dotación de personal y asignación recursos materiales. En todos los servicios se precisan profesionales, los aparatos oncológicos última generación adquiridos por la Junta de Extremadura en convenio con la Fundación Amancio Ortega, por importe de casi 13 millones de euros, han ido destinados a las cuatro áreas siempre preferentes: Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia (las otras “cuatro provincias”); de la partida de 3.114.000 euros aprobada en fechas pasadas para contratar el suministro e instalación de equipamiento médico-asistencial en centros sanitarios de atención especializada, con un poco de fortuna esta Área Don Benito-Villanueva será agraciada con un ecógrafo (84.000 euros) y no con un aparato de resonancia magnética, demandado por el servicio de Radiología. Otras áreas ya están mejor dotadas de principio.
Por otra parte, en ambos hospitales es imposible prestar una atención sanitaria de calidad. El hospital de Talarrubias nunca cumplió la función para la que fue construido, solo cuenta con dos facultativos especialistas (internistas), su equipamiento es muy limitado; de ahí, que los profesionales del servicio de Urgencias y de planta deriven a los pacientes hacia el hospital Don Benito-Villanueva, con pérdida de tiempo en la atención que demandan, incomodidad y gasto para ellos y la Administración. El costo del escaso servicio que presta es elevadísimo. El Hospital Comarcal Don Benito-Villanueva cuenta con unas instalaciones deplorables, muy deterioradas en estado de ruina (en el mes de agosto se cayó el techo de una sala), su estado , además de indigno, es alarmante, la masificación de pacientes también. Único hospital regional que hospitaliza 3 enfermos por habitación. En cuanto al nuevo hospital, aprobado en 2006, señalar que es un ejemplo de la mala política, la de los intereses partidistas dejando a un lado el bien común y no el despilfarro de dinero público. Para satisfacción de un ego personal se rechazó una parcela gratuita de 17.500 m2, cedida por el Ayuntamiento de Don Benito, para configurar un solar de 11.500 m2, por adhesión de 30 parcelas a expropiar (8 urbanas y 20 rústicas), cuyo proceso está siendo farragoso y oscuro. Se ha desechado un proyecto de 2007 que costó 1.074.199 en 2007 euros, maqueta de casi 7.000 euros y, en víspera electoral, para insulto y desprecio a la ciudadanía, se colocó un enorme cartel en el solar elegido, que la Junta Electoral mandó retirar y ya ha sido colocado de nuevo. ¡Qué bien hubieran venido esos euros despilfarrados para paliar el caos de la atención sanitaria!
Es grave que el flamante vicepresidente segundo y consejero de Sanidad anuncie que, por primera vez en la historia, hay proyecto y suelo para el nuevo hospital. Proyecto sÍ, nuevo (769.350 euros): ¿suelo?, está por ver. Ya hubo en 2007 suelo y proyecto. Pero, no hay dinero para su construcción y se buscarán fondos. Hecho corroborado por algún otro cargo. ¿Es la sanidad una prioridad? ¿Qué dijo el expresidente Ibarra en Talarrubias? ¿Qué sentido tiene que nuestro actual presidente Vara, en acto electoral, diga: «hay que ponerse en el lugar de la gente que tiene problemas y necesidades», “se trata de tocar de cerca las necesidades y el sufrimiento que mucha gente todavía padece», “hay que poner la política al servicio de los intereses de la gente y de la prosperidad de las personas”? La ciudadanía entiende ya las dobles intenciones que hay detrás de los discursos y distingue qué cargos políticos intentan soplar y sorber al mismo tiempo.
Bien, esta noble, callada, sumisa, indefensa y paciente ciudadanía afectada, ha despertado e indignada reivindica sus derechos. La Plataforma Hospital Don Benito-Villanueva y la Asociación para la Siberia, La Serena y la Vegas Altas (ASISEVA), pretender sensibilizar, concienciar y movilizar a la población, en demanda de una atención sanitaria digna y de justicia social. Hay cargos políticos que ni están, ni se les espera en esta movilización, dejando solos a sus conciudadanos, pero sí abanderarán la iniciada por el desdoble de la Nacional 430.
“La movilización permite conjurar los miedos, ejercer derechos constitucionales y parar las agresiones al bien común”. (Agustín Moreno, profesor-sindicalista)
Valentín Sánchez Calvo