Hemos sido conocedores del presupuesto que se destina para llevar a cabo las próximas elecciones autonómicas, más de dos millones de euros, que reciben las arcas de los partidos políticos y otra parte destinada a sufragar los gastos ocasionados en las elecciones.
Los partidos políticos reciben por cada escaño la cantidad de 14.304,09 euros, y además, por cada voto obtenido el partido recibirá 0,57 euros, pero solo se concede este dinero a formaciones que obtengan representación. Por tanto, solo se pagan los votos a los partidos que tienen uno o varios diputados.
Además, por si fueran pocos los privilegios que disfrutan los partidos que alcanzan ese mínimo de votos, si el partido político ya tuvo representación parlamentaria en el anterior proceso electoral, puede pedir un anticipo del 30% de las cantidades que le fueron abonadas en 2015, para que este año pueda disponer de fondos para su campaña electoral, de tal manera que, por partido político, a PSOE le corresponden 137.934 euros, a PP 123.933 euros, a Podemos 16.825 euros y a Cs 3.757 euros. El resto de los partidos al no haber obtenido escaño no tienen derecho a nada; es el caso de Extremadura Unida, que se enfrenta a un proceso electoral con más dificultades que el resto. Nos presentamos a las elecciones gracias a las ayudas que nos conceden los simpatizantes y afiliados del partido. En nuestro caso, no tenemos las cuentas bancarias llenas de dinero de todos los ciudadanos, es decir, con cero euros por parte de la Administración Pública.
Solo aquellas candidaturas que obtienen más de un 5% de los votos totales emitidos en la provincia tienen derecho a participar en el reparto de diputados, es decir, que si un partido político a pesar de conseguir un número de votos suficiente para obtener diputado, no ha superado la barrera del 5%, no se le asignaría ningún diputado y los partidos mayoritarios pasarían a apropiarse de esos votos inflando su resultado. Esta ley del 5% fue impuesta por PSOE y PP y sigue vigente con el beneplácito de los partidos de la Asamblea, a los que no les interesa eliminarlo, ya que les beneficia y les da igual que una parte del pueblo no esté representada. Estas leyes “tramposas” que son impuestas por ellos impiden que los partidos más pequeños, pero no menos importantes, obtengamos representación.
Por no hablar del espacio publicitario mínimo que nos conceden para pegar carteles; a Extremadura Unida nos adjudican un 4% del espacio, mientras que a otros como PSOE le adjudican un 34% o al PP un 29%. Ellos disponen de todos los medios publicitarios a su servicio, 24 horas de TV y radio hablando de ellos en las tertulias, anuncios, etc.
Esta injusticia, que es una anomalía democrática, se traduce en una enorme dificultad soportada por los partidos políticos más pequeños para llevar a cabo su campaña electoral. Todo ello acontecido por los problemas comentados anteriormente, porque no nos conceden recursos públicos como a otros partidos para hacer campaña; porque imponen leyes tramposas para que no tengamos derecho a entrar en el reparto de diputados, y por tanto, consigan que otros se apropien de los votos emitidos a favor de una candidatura que no obtiene representación parlamentaria; y por último, porque no tenemos igualdad de oportunidades para poner carteles y hacer campaña electoral, ya que solo nos adjudican un 4% del espacio.
Por todo ello, pedimos justicia e igualdad de oportunidades. Ello quiere decir que a todas las candidaturas deberían pagarles por los votos obtenidos y no solamente a aquellas que saquen uno o varios diputados; que se elimine cualquier barrera electoral que nos impida estar en la Asamblea de Extremadura; y por último, que todos los partidos tengan el mismo derecho a poner carteles y a aparecer en los medios públicos y privados.
Extremadura Unida nació para defender al pueblo extremeño, para poner diputados que se jueguen el pellejo por Extremadura y para pedir el fin del abandono de esta región. Sin embargo, los partidos mayoritarios nos imponen trabas para concurrir al proceso electoral, con leyes elaboradas por ellos, a su conveniencia. La democracia no se debe poner al servicio de los poderosos, sino que tiene que responder a una idea de igualdad de todos a la hora de concurrir a unas elecciones democráticas.
Agustin Moreno Morcillo
Miembro del Comité Ejecutivo de Extremadura Unida
