Después de un verano calentito, y por desgracia movido, es hora de reflexionar sobre lo ocurrido en nuestros campos. Es de vergüenza que a día de hoy siga habiendo desalmados que intencionadamente incendien nuestros montes pero, más vergüenza me produce que las Administraciones no hagan más en esa lucha.
De todos es sabido que los incendios se apagan en invierno, ¿cómo puede ser eso así? En años como este en el cual hemos tenido una primavera muy buena para el crecimiento de los pastos es muy fácil que en aquellos sitios donde no se aprovechan los mismos queden a disposición de los pirómanos. Las fincas ganaderas o agrícolas tienen su aprovechamiento por parte de sus propietarios pero, en aquellos parajes públicos en donde tiene la Administración sus competencias no es así.
El campo tiene su desarrollo natural, algo que viene programado por la propia naturaleza. A mayor o menor cantidad de alimento, mayor o menor número de cabezas de animales que dependan del paraje. Lo malo de esto es que en las zonas públicas, montes, vías pecuarias, etc., la burocracia actual, y los mal llamados ecologistas, no permiten de una forma fluida el aprovechamiento de esas zonas por parte de los ganaderos cercanos por lo que provocan un excesivo follaje y su consecuente peligro en el verano siguiente.
Demasiadas Administraciones, demasiadas trabas burocráticas, demasiadas leyes y demasiadas prohibiciones, en definitiva demasiados incendios.
En otro orden de cosas, el verano nos está dejando una temporada taurina muy buena, a pesar de las acciones de algunos animalistas. Tiene gracia cuanto menos, que se han desarrollado un par de movilizaciones en ese sentido, una a favor de la tauromaquia en España y otra en contra. El número de aquellos que están a favor de los toros y de nuestra fiesta, como segundo espectáculo de masas en este país, fue abrumador con respecto a los que se declaran en contra. Y no le doy más bombo al asunto.
Una temporada que para los toreros extremeños va viento en popa. Desde los ya consagrados como Miguel Angel Perera o Alejandro Talavante, siguiendo por los “emergentes” José Garrido y Ginés Marín hasta llegar a Israel Lancho, torero pacense que triunfa en tierras americanas y donde pudo indultar un astado. Mención especial a todos aquellos novilleros que vienen con muchas ganas buscando sitio, como pueden ser Jesús Díez, Tulio Salguero, Juan Silva “Juanito”, Luis Manuel Terrón o Miguel Angel Silva, este último tomará la alternativa en Zafra en la feria de San Miguel. Y algún nombre que seguro me he dejado para atrás y que espero sepan perdonarme.
A colación de este último comentario, es un orgullo y un placer tener tanta cantidad y calidad de nombres salidos de nuestra tierra. Hace no tantos años era impensable poder decir esto.
No quiero dejar de recordar a todos aquellos toreros de plata, picadores y demás miembros de esas cuadrillas que acompañan por todo el territorio taurino a sus maestros. Y por supuesto a todos aquellos toreros que siguen luchando por hacerse un hueco entre tanta competencia.
Este Viernes 23 de septiembre será el pregón de la 563 Feria Tradicional de San Miguel en Zafra. Feria de la que deben presumir todos los extremeños y cita obligada para los profesionales y aficionados al campo y a los animales. Feria que merece capítulo aparte y de la cual hablaremos próximamente.
