Victorino Martín García, su hijo, en declaraciones a Europa Press ha agradecido el nombramiento aludiendo a que "es un gran honor y motivo de estar agradecido a esta tierra", ya que ha sido la que ha permitido "realizar" el "sueño" de "ser un ganadero importante".
Una unión entre Victorino Martín y el norte de Extremadura que se remonta a "finales de 1965" cuando se adquiere la finca de Monteviejo y cuando "apenas había ganaderías en Extremadura", según Victorino Martín García, en el entorno de Moraleja y cuando las ganaderías de Victorino Martín se asientan en el norte de Extremadura.
Un hierro, el de Monteviejo, que ha sido uno de los más tradicionales de los festejos taurinos populares de San Buenaventura de Moraleja, y que en la localidad se los conoce como "patas blancas".
A la pregunta de si este año y en agradecimiento de la ganadería por el nombramiento habrá algún toro de regalo Victorino Martín García ha dicho entre risas "que no están las cosas para regalar" y que "el mejor regalo es dar trabajo en esta zona, ayudar a que esta zona se desarrolle, estar implicado en el desarrollo económico, cultural y de todo tipo de la zona".
Para la familia de Victorino Martín "esta tierra es única" para la crianza del toro bravo y que ha sido "gracias a esta tierra y a las bondades del suelo y el clima de esta tierra (el padre) ha podido ser ganadero".
Aunque Victorino Martín Andrés "siempre ha sido ciudadano de Galapagar (Madrid)" pero "tanto la segunda generación como la tercera" son "tan extremeños como el que más" y tienen sentimiento de pertenencia "a esta tierra".
El Ayuntamiento de Moraleja en su pleno del 5 de febrero de 2015 y cumpliendo con el artículo 39 del reglamento de protocolo, ceremonias, honores y distinciones de Moraleja aprobó este nombramiento que se publicó posteriormente en el BOP de Cáceres el 19 de febrero.
Es por ello que el 20 de abril a las 12,00 en el salón de plenos del consistorio de Moaraleja se hará entrega del título honorífico, así como de la medalla condecorativa del municipio de Moraleja al ganadero, a la vez que el consistorio busca una vía para darle el nombre del municipio, cumpliendo así su reglamento de honores.