No todo está perdido. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y candidato a ser candidato a la presidencia del Gobierno de España, lo ha dicho con claridad meridiana: Manuel Chaves y José Antonio Griñán, expresidentes de la Junta de Andalucía, tienen derecho a la presunción de inocencia. Menos mal que alguien tiene las ideas claras en este país.
Y es verdad, tiene razón don Pedro, profesor de Estructura Económica e Historia del Pensamiento Económico en la Universidad Camilo José Cela, de Madrid. Chaves y Griñán deben ser considerados inocentes mientras que no se demuestre lo contrario. Aunque nadie se explique cómo pudo haber tanta corrupción en Andalucía sin que sus presidentes se enterasen, aunque no se comprenda el porqué la actual presidenta, Susana Díaz, le reclama a los sindicatos la devolución de unos millones de euros si Chaves y Griñán no se los reclamaron en su momento, a pesar de que la actuación política de ambos como presidentes induzca a la sospecha, aunque el Tribunal Supremo les investigue, por presuntas malversaciones y prevaricaciones, y les llame a declarar, lo mismo que a sus consejeros Viera, Zarrías y Mar Moreno, a pesar de que podrían llegar al juzgado como testigos y salir de él como imputados, Chaves y Griñán y Viera y Zarrías y Mar Moreno son y seguirán siendo inocentes mientras no se demuestre lo contrario y se les condene por sentencia firme.
Es algo tan obvio que no sólo lo ve Pedro Sánchez, que es la esperanza blanca del socialismo federalista y con salida al mar por Cataluña, es que lo ve cualquier persona que tenga unas nociones mínimas, básicas, elementales de derecho.
Vamos, lo ve hasta Carlos Floriano, portavoz del PP en causas televisadas, además de vicesecretario de Organización y Electoral del Partido Popular y, en sus ratos libres, doctor en Derecho (Wikipedia dixit) y profesor titular de Economía Aplicada del Departamento de Economía Aplicada y Organización de Empresas de la Universidad de Extremadura. "Para tener derecho a la presunción de inocencia, para Sánchez, hay que ser primero socialista”, ha dicho Floriano, que tiene razón, pero también tiene muy poco mérito, pues Sánchez se la ha puesto como le ponían las carambolas a Fernando VII, muy fácil, demasiado fácil.
Dicho sea de paso, lo que le ponían a Felipe II no eran precisamente bolas de billar.
Pero volvamos al caso. Y si Griñán y Chaves, a los que investiga el Supremo, tienen derecho a la presunción de inocencia, como acertadamente afirma Pedro Sánchez, ¿por qué no ha de tenerla José Antonio Monago, presidente del Gobierno de Extremadura, al que ningún juez ha llamado todavía a declarar? ¿Por qué el PSOE y don Guillermo Fernández Vara, médico forense y aficionado, tal vez, a la vivisección, condenan a Monago y le exigen la dimisión mientras no les demuestre a ellos que es inocente? ¿Vivimos en la Unión Europea o en la Rusia de Stalin, don Pedro? ¿Acaso no tenemos todos derecho a la presunción de inocencia, incluido ustedes, señores Sánchez y Vara? Desde luego que sí.
Persevere en la defensa del derecho, don Pedro, a ver si crea escuela entre sus compañeros y reverdece viejos laureles, que, en tiempos, el PSOE tuvo excelentes juristas. Persevere y cuídese de los idus de marzo; también de los de julio del 2015 y, sobre todo, de los de abril de todos los años, que siempre caen en 13, como usted bien sabe.
