Por unas cosas o por otras sigue el partido del Sr. Rivera siendo portada en nuestra prensa nacional de referencia. Nuestra querida y admirada prensa autóctona lleva en primera página lo que “parece” ser el comienzo de la autovía Cáceres-Badajoz y las “buenísimas intenciones” del nuevo gobierno del Sr. Fdez. Vara.
Anda un tanto revuelto Cs al que algunos de sus prebostes no perdonan a D. Albert los pactos realizados con el PP en comunidades y ayuntamientos, estos son los titulares de hoy: ABC: “SÁNCHEZ EXPRIME A CIUDADANOS”. – EL MUNDO: “RIVERA SE PLANTA EN SU “NO” A SÁNCHEZ PESE A LA CRISIS DE CIUDADANOS”. – EL PAÍS: “LA DERECHIZACIÓN Y EL VETO AL PSOE FRACTURAN LA CÚPULA DE CIUDADANOS”. – LA RAZÓN: “TERREMOTO RIVERA EN Cs”. Cuando un partido político es incoloro, inodoro e insípido, tiene muchas posibilidades de ir dando tumbos por la escena política representando todo tipo de espectáculos que van desde los sainetes de los Álvarez Quintero hasta las tragedias griegas de Eurípides, Sófocles o Esquilo. Apelar al centrismo, que tanto gusta a las masas, como panacea de gobierno equilibrado y ajeno a radicalismo suele quedar muy bien en el atril mitinero pero, a la hora de la verdad, y más si se es un partido bisagra, no tiene más remedio que inclinar la testuz a un lado u otro con el consiguiente riesgo de que le cuelguen el “sambenito” por la diestra o por la siniestra.
Cs que llegó a la escena política como el partido justiciero por excelencia con un líder al que sólo le faltaba la máscara para convertirse en el “Zorro”, el “Corsario Verde” o el “Guerrero del Antifaz” sin embargo, y no de forma casual, se preocupó más de las corruptelas de la derecha que de las de la izquierda que, todo sea dicho de paso, siempre han estado mejor vistas por el pueblo soberano y por no pocos medios de comunicación. Dio por liquidada la presunción de inocencia e inicio, jaleado por un pueblo al que los medios habían puesto al borde paroxismo, una caza de brujas que afectó principalmente a políticos del PP que fueron linchados sin ninguna consideración antes de ni siquiera ser imputados. Se trataba, al fin y al cabo, de arrinconar al PP hacia la derecha y ocupar el espacio de centro que ostentaban los populares desde su refundación por D. Manuel Fraga.
Los bandazos del centrismo naranja y su cobardía política especialmente en Cataluña de dónde han salido corriendo después de ganar unas elecciones autonómicas, les han llevado a convertirse, gracias al aterrizaje en sus filas de desechos de tienta de todos los partidos deseosos de “tocar pelo”, en un conglomerado ideológico difícil de ligar pues, mientras a unos les tira la socialdemocracia e incluso el “sanchismo” a otros les va más el liberalismo de centro-derecha. Los pactos realizados han tenido como denominador común la incoherencia ideológica y un afán desmedido por chupar de las ubres del cargo público.
Para colmo, el tal Sánchez les quiere hacer participes de su investidura chantajeándolos emocionalmente y poniéndoles en la primera línea de fuego – si no te abstienes al menos querido Albert, me estarás empujando a pactar con secesionistas, bilduetarras y demás parentela de ignominiosos- el Sr. Rivera está intentando mantener el tipo mientras algunos de sus fichajes estrella hacen mutis por el foro y huyen hacia lugares de más futuro, eso sí, sin soltar el acta de mercenario de la cosa pública.
Ya veremos como acaba este vodevil donde su primera vedet la Sra. Arrimadas debe estar deseosa de lanzar sus bellísimos y no por ello más inútiles trinos en la tribuna del Congreso, mientras D. Albert hace de bombero entre tanto militante pirómano, se le pone cara de Pablo Iglesias – ¡mi reino por un ministerio!-.
De las noticias autonómicas hablaré mañana si Dios quiere. D. Guillermo merece la exclusividad.