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La educación es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos… pues para ellos solamente es un medio de adoctrinamiento

8 de Mayo | 12:16
La educación es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos… pues para ellos solamente es un medio de adoctrinamiento
“Son los individuos libres quienes deciden dónde educar a sus hijos. El estado no debe de enseñar sino que debe de permitir enseñar.” Frédéric Bastiat

Entre quienes llevan a sus hijos a colegios privados concertados, y entre quienes trabajan en esos centros de enseñanza, es cada día mayor el temor de que el próximo curso escolar la Junta de Extremadura, que preside el socialista Guillermo Fernández Vara, reduzca el número de aulas concertadas y que continúe haciéndolo en los años siguientes basándose en las nuevas normas que está a punto de aprobar. El decreto establece que los conciertos se revisarán cada año (como venía ocurriendo hasta ahora) y se concederán en función de la ratio de alumnos por aula que tengan los centros públicos que se sitúan en la misma zona. El problema reside en que los centros públicos, los gestionados directamente por la Junta de Extremadura están perdiendo alumnos progresivamente debido al descenso de la natalidad y esto es lo que realmente preocupa al sector.

En estos momentos en los que muchos padres han iniciado la accidentada carrera de obstáculos que supone lograr escolarizar a sus hijos, es importante recordar que en Extremadura son cada vez más los colegios públicos que no logran cubrir todas sus plazas, mientras que la demanda en los colegios concertados es superior a las posibilidades de acoger alumnos, y año tras año oímos quejas de padres debidas a cambios ficticios de domicilios, sorteos fraudulentos, amiguismos, y un largo etc.

Verdaderos “juegos malabares”, o si se prefiere “encajes de bolillos” a los que se obliga a las familias de las provincias de Badajoz y Cáceres, para poder llevar a sus hijos al colegio concertado de su preferencia. Se puede afirmar que cada vez son más quienes desean escolarizar a sus hijos en colegios privados concertados y que la demanda de plazas escolares en colegios públicos está en retroceso.

Sin duda alguna los padres y madres que pretenden llevar a sus hijos al colegio tienen conocimiento, en mayor o menor medida, de la calidad de enseñanza en unos y otros centros. Aunque la calidad de la enseñanza, es algo muy discutido –y discutible (como dijo el “sabio” Zapatero respecto de España)- el Informe Pisa realizado por la OCDE y los resultados de la Selectividad nos dicen que los alumnos de 15 años de los colegios públicos obtienen una puntuación media de 489 puntos, lo que supone 28 puntos menos que los estudiantes de la escuela privada (517 puntos), que equivale a casi un año de escolarización.

Otro factor importante para evaluar la calidad de enseñanza puede ser el porcentaje de promoción en un tipo de centro de estudios y el otro; se observa que la promoción de enseñanza primaria a secundaria es de un 68,95% en los colegios públicos frente a un 83,97% de los colegios concertados.

Pero, para los que consideren que no es suficiente con hacer mediciones en los niveles inferiores, sino que hay que hacerlas también en las pruebas de acceso a la universidad, si cogemos una muestra de los 50 mejores notas de la PAU (Prueba de acceso a la Selectividad) 30 son de alumnos procedentes de centros de estudio concertados y el mayor porcentaje de aprobados (98,42%) también corresponde a alumnos de colegios también privados concertados.

Actualmente en España el 68,1% de nuestros alumnos asiste a colegios públicos y el 31,9% a colegios privados, de los cuales el 25,4% están concertados.

Para mantener este grado de escolarización el Ministerio de Educación gasta 46.469,3 millones de euros (4,23% del PIB), de ese importe el 65,8 %- la partida más importante con diferencia- de los recursos lo dedica a gasto de personal, más adelante retomaremos este dato.

Ahondando en estos datos y viéndolos desde otro punto de vista, hay 18.812 centros públicos y 8.851 privados de los cuales 4.976 son concertados.

El coste unitario de cada trabajador de la enseñanza pública es algo más del doble que el de un trabajador de la privada concertada.

Llama especialmente la atención que más del 65% del gasto de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura está dedicado a salarios de los empleados, sean docentes o no docentes…

Y, por otro lado, cada puesto escolar de la enseñanza privada concertada sale más barato que en la enseñanza pública, pero no un “poquito”, la plaza de escolarización pública es el doble más cara que en la privada concertada, 3.000 euros la concertada frente a 6.000 de la pública, exactamente el doble.

Por lo tanto, ni la Junta de Extremadura, ni el Gobierno central pueden afirmar que el motivo para la toma de decisiones respecto de establecer conciertos con los centros privados es de índole económica. La enseñanza privada concertada supone un enorme ahorro en educación para las arcas de los gobiernos, y en definitiva para todos los españoles.

El dinero que la Junta aporta a la educación privada en Extremadura sigue siendo inferior al gasto que realizan la mayoría de las regiones españolas. De hecho, Extremadura es la cuarta que menos dinero público destina a este tipo de enseñanza --privada concertada--, pese a contar con 77 colegios concertados --66 de Infantil, Primaria y Secundaria y 11 de Educación Especial-- repartidos por 28 municipios extremeños.

Al dilema enseñanza pública-privada concertada le ocurre como al río Guadiana que aparece y desaparece cada cierto tiempo, y que no para de suscitar controversia; claro que lo que resulta especialmente llamativo es que quienes se quejan de que el estado le dedica demasiado dinero a la enseñanza privada, a la primera ocasión que se les presenta son los primeros que llevan a sus hijos a centros de enseñanza privados, sean concertados o no…

Es exactamente lo mismo que hacen cuando se trata de asistencia médica y hospitalaria, raro es el funcionario, empleado público, o político profesional que no recurre a la sanidad privada (incluyendo a los profesionales de la sanidad pública);… ellos son los que “apuestan” (con el dinero ajeno) por lo público y denigran la iniciativa privada.

Estamos refiriéndonos a quienes hablan de enseñanza y sanidad “universal y gratuita” y ocultan a la gente que lo de universal es un imposible, y lo de gratuita es una falacia, pues tanto la sanidad como la enseñanza la pagamos todos los que pagamos impuestos. Por lo tanto, nadie que esté bien informado, y sea decente, debería recurrir al embuste de que si se establecen conciertos para la prestación de determinados servicios, por parte de los diversos gobiernos, se le está dando trato de favor a alguna parte de la población, y más cuando la administración no dispone de instalaciones ni equipamientos suficientes para la prestación de determinados bienes y servicios.

Además de todo ello ¿Por qué determinadas actividades tienen que ser monopolio del Estado, acaso eso es garantía de calidad? Pero, incluso si se recurre al socorrido “argumento” de los “derechos sociales”, ¿Por qué hay que considerar –tal cual un dogma absolutamente incuestionable- que la única manera de garantizar tales “derechos” es la gestión pública, por qué hay que evitar que en determinados ámbitos haya libre competencia, cuando está sobradamente demostrado que ésta es un factor determinante en la consecución de calidad, sea cual sea la actividad de la que se trate?

Retomando dilema enseñanza pública-enseñanza privada concertada, VOX, para preservar el derecho constitucional a la educación, y el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus ideas y creencias y como consideren más conveniente, propone entre otras medidas la implantación del cheque escolar, como fórmula para garantizar la libertad de elección de centro, tanto en la red pública, como en la privada (sea o no concertada), así como reducción de la ratio de alumnos por aula y la mejora de la movilidad de estudiantes y profesores con un sistema de préstamos-renta de becas y ayudas.

Los padres recibirían un cheque, un bono, por un importe medio del coste de un puesto en un colegio estatal. Con este bono podrían decidir con absoluta libertad en qué centro público-concertado o privado matricular a sus hijos. De esa forma todos los padres elegirán con absoluta libertad… Y los que quisieran, podrían complementar con su propio pago el incremento de precio de la escuela elegida si fuese más elevado.

En VOX tenemos la firme convicción de que el impulso liberalizador que provocaría el cheque escolar, permitiría, no solo fortalecer la educación privada no concertada, sino también la concertada y la pública. La competencia y las comparaciones permitirán desarrollar medidas para mejorar la educación que se imparta en cada centro. Los colegios estatales (públicos) no desaparecerían del mapa educativo, al contrario, entrarían en competencia por recibir la matrícula de esos padres. Se esforzarían por ofrecer mejor calidad, reforzando, frente a lo que algunos piensan, la escuela pública, que inexorablemente reduciría costes, mejoraría su gestión, sus recursos y fomentaría la innovación y la formación de su profesorado.

Y hablando de calidad, VOX, considera –aunque suene a perogrullada- que el  profesor es la pieza clave para transformar y desarrollar una educación con la mayor calidad posible a la que supuestamente todos aspiramos.

Es por ello que VOX propone cuidar de una forma ambiciosa la formación inicial del profesorado, su sistema de selección, de formación, su innovación, su adaptación, su capacitación y su evolución constante.

Es por ello que VOX propone una única carrera docente de prestigio, con un examen único en toda España de manera que a la carrera docente accedan los mejores universitarios.

Y por supuesto, VOX propone que se elabore un programa de formación específica, continua y de innovación acorde a la  realidad de la sociedad y de las aulas, y por supuesto que prevea cómo evaluar de manera continuada la gestión de los centros, la calidad de enseñanza y al personal docente.

Y más de uno que haya llegado hasta el final de este texto se preguntará ¿Y mientras se aplican las soluciones que VOX propone, qué hacemos?

Pues muy sencillo: seguir renovando los conciertos educativos privados y seguir destinando los fondos públicos necesarios para el sostenimiento de una enseñanza de calidad, tanto en unos centros como en los otros.

Carlos Aurelio Caldito Aunión



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