La consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores Redondo, ha presentado en la sede de Presidencia en Mérida, los diez proyectos seleccionados para recibir las Ayudas a Artistas Visuales 2019 que se recuperaron en la pasada legislatura para apoyar e impulsar al sector en la región. En el acto también ha estado presente la secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas.
Flores Redondo ha destacado que “el apoyo, fomento y promoción de la creatividad artística en el campo de la creación contemporánea y las artes visuales en Extremadura, contribuye decisivamente al desarrollo social y cultural de la región, sin olvidar que la cultura y, en concreto, las artes visuales, son un importante factor de desarrollo económico en nuestra Comunidad, estrechamente vinculadas a la educación y al turismo, a la generación de una oferta cultural de calidad y con proyección exterior”.
Además ha señalado que “considerábamos fundamental retomar el contacto perdido con los creadores extremeños o vinculados de alguna manera con nuestra tierra, apoyar su trabajo, difundir sus carreras y reforzar su labor en un contexto tan complicado con el del arte actual”.
Asimismo la consejera de Cultura ha resaltado el buen nivel artístico que posee la región y la dificultad que existe cada año para seleccionar a los beneficiarios de esta convocatoria al tiempo que ha señalado que este año se han presentado 33 proyectos, de los que diez han sido seleccionados.
Se trata de los trabajos de Nuria Cano; Daniel Muñoz; Isabel León; Ángel Acosta; Isabel María López; Carlos Valverde; Maite Cajaraville; José Iglesias García-Arenal; María Ramos y Genín Andrada, que han presentado trabajos muy distintos pero que coinciden “en el abandono paulatino de las disciplinas plásticas más tradicionales apostando por trabajos multidisciplinares e innovadores que perfilan nuevas propuestas y modos de quehacer artístico derivadas a veces del soporte utilizado y otras del propio proceso de elaboración” ha señalado Flores Redondo.
PROYECTOS SELECCIONADOS
Nuria Cano, licenciada en Bellas Artes y posgraduada en Producción Artística ha presentado “La alterable verdad”, que consta de una parte analógica y otra de nuevas tecnologías “y cuando miras por el visor se crea una imagen en movimiento” ha explicado la artista.
Isabel León ha editado “De la nube al papel”, un libro que recoge 136 minivideoperformances realizados durante tres años para ser publicados en Internet, en los que “conjuga la diversión y el juego con el compromiso de la creación cotidiana”, ha señalado. En él se incluyen textos de Bartolomé Fernando, Shannon Cochrane, Nieves Correa, Antonio Gómez y Pancho López.
Isabel María, doctora en Bellas Artes investiga sobre el paisaje familiar y ha presentado un documental de una hora de duración donde se pueden ver, a través del lenguaje no verbal, las ficciones y fricciones y los discursos de rol, de género imperantes en la familia. Se trata, según la artista, de una mirada artística dentro de la antropología.
Maite Cajaraville ha presentado “Vextre”, una pieza de realidad virtual que representa el crecimiento socioeconómico de Extremadura por población y con el que busca democratizar el conocimiento.
José Iglesias ha explicado su proyecto “La memoria es un verbo” que comienza con las primeras exhumaciones que se hacen en Extremadura tras el Franquismo impulsadas por familiares de las víctimas. Partiendo de los relatos de estos pioneros de la memoria realiza una videoinstalación acerca del futuro de la memoria en una era hipertecnificada.
En “Defectos espaciales”, Daniel Muñoz plantea una serie de ideas en torno al arte como generador de nuevos territorios desde los que cuestionar nuestra mirada; “La villa luminosa” de María Ramos, es un cómic centrado en la casa de la muñeca Chabel como punto de partida para contar diferentes historias.
En “Fractal”, Ángel Acosta, trata de plantear una reflexión en la era del ruido visual y la pantalla en la que vivimos inmersos; con “PO4 (3-), Carlos Javier Valverde, realiza una reflexión sobre el pasado industrial extremeño para dar sentido a su presente.
En “Madrid, una metrópolis multirracial y multicultural”, de Genín Andrada, los protagonistas son las personas que circulan por el centro de la ciudad, ya que considera que hemos perdido nuestra propia identidad al vivir dentro de una masa que circula sin saber dónde.