Cambios...

Ha llegado enero y tras los regordimientos varios (¿alguien no  ha recibido el whatsapp?). He tenido que hacer frente a mis obligaciones paterno - filiales entre las que está viajar a Granada. Me encanta Granada, desde que era muy pequeño que me llevaron mis padres en la única vez que yo recuerde fuimos de  vacaciones y me considero un privilegiado por ello, me enamoré de esa ciudad. Es más, en mi viaje de novios no me fui, y ya eran destinos populares, ni al Caribe ni a Cuba ni a la Riviera Maya, me fui a Granada.

¿Por qué? El corazón tiene razones que la razón no puede razonar.  La “Roja” me puede. Pero a lo que vamos. He salido de Badajoz en dirección Granada y no, no he ido por el camino lógico que sería ir por Córdoba, he tenido que ir por falta de una carretera adecuada, por Sevilla. Perdón. La Carretera de Córdoba sí es adecuada... pero para hace 30 o 40 años... que es el tiempo que hace que debería de haber una autopista, autovía o similar que una Badajoz y Córdoba. Como debería haber otra que nos una con Cáceres.

Pero bueno... desde Levante hay una autovía que termina en Ciudad Real y se llama Autovía de Extremadura. Digo yo que con suerte mis nietos conocerán su llegada a Badajoz. La autovía a Sevilla tiene tramos, sobre todo cercanos a Sevilla de auténtica pena y la que nos lleva a Granada no es de pena, no, es lo que sigue, pero nuestros próceres en lugar de repararlas se dedican a rescatar autopistas privadas, socializan gastos y costes imponen copagos y desmantelan la Sanidad y la Educación ¿Por qué no han socializado tantas y tantas pequeñas y medianas empresas que han cerrado? Será por aquello de que unos son más iguales que otros y esos otros tenemos que padecer los errores y faltas de cálculo de políticos incompetentes, populistas, mediocres y que parece ser que sólo están ahí para los negocios de sus amigos y socios y aquí meto en el mismo cajón a propios y ajenos.

En tanto “los míos” a la gresca, sin timón ni capitán, a verlas venir y lo que viene no es precisamente un camino de rosas, y sí, la frase va con doble sentido. 

De aquí, de lo local, ya no sabe uno ni qué vela encender porque nuestros gestores municipales ni están ni se les espera porque si para hacer un carril bici montan la que montan ¿Qué podemos esperar?

No, no es nada halagüeño el futuro que nos viene. Entre bromas y veras, entre bancos, autopistas y demás ¿Cuánto llevamos gastado en rescates? De seguro que con esos dineros se podría llenar hasta rebosar la Caja de las Pensiones. Me asalta una pregunta ¿son reintegrables, recuperables, esos dineros gastados?

Vemos a diario que el Sistema hace aguas por todas partes, que no funciona pero se empeñan en continuar manteniendo a flote un barco imposible con las mismas recetas que nos trajeron hasta aquí ¿No va siendo hora de cambiar?