El debate está abierto. Por fin. Porque era necesario. Deberes sí, deberes no, qué tipo de deberes. Lo malo es que para algunos no hay debate posible. Aparecen estos días muchas noticias sobre la huelga de deberes convocada por las asociaciones. Buena medida de presión que ha reabierto definitivamente el debate sobre los deberes. Y aparecen voces a favor y en contra, la mayoría de ellas sin un análisis serio de la situación.
Pero para ir a lo concreto debemos empezar primero por lo general. Debemos decidir qué tipo de educación queremos para nuestros hijos. Qué valores queremos transmitir, con quién queremos que se relacionen, qué conocimientos queremos que aprendan. Eso nos llevará a tomar determinadas decisiones, por ejemplo a qué colegio llevarlo. Y nos llevará a establecer una determinada relación con el centro, ya que compartimos responsabilidad educativa. Y en ese contexto es donde surge el debate de si tenemos que trabajar en casa aspectos escolares.
Quienes han alzado las armas han sido las asociaciones de madres y padres de colegios públicos, pero las asociaciones de colegios concertados y privados no están de acuerdo. Parece que éstos están más por la labor de los deberes. Ya dije yo en otro artículo que a la hora de elegir colegio hay que plantearse si el nivel académico es lo más importante, porque éste parece ser un criterio más habitual en lo privado que en lo público. Esforzarse, disciplina, sacrificio, trabajo, respeto a la autoridad... Esto es para algunos la educación, aunque podría ser la filosofía de un cuartel militar.
Educar en el siglo XXI no es educar en el siglo XX. Quienes no entiendan esto van a sentirse muy frustrados con la educación que nos viene. Solo hay que ver a los niños de ahora y hacer un poco de memoria para compararlo con los niños que éramos nosotros. El mundo es diferentes, ellos son diferentes, todo es diferente. Y por tanto la educación también. Llevarse trabajo a casa va a estar prohibido en Francia con la próxima reforma laboral. Si no queremos trabajar más horas en casa ¿por qué lo van a hacer los niños? Ah, claro, porque hay que conseguir un buen nivel académico, y sin esfuerzo, disciplina, trabajo, etc., no se consigue. Pues quizá sea preferible tener niños más inteligentes, con más capacidades, con relaciones sociales, creativos y felices, antes que niños con mucho nivel académico.
Y en esa parte entra en juego el ocio y la convivencia con la familia y amigos. No solo es importante sino que es necesario para el desarrollo del niño, y también para la familia. Si prefieres tener un hijo fiscal general y con siete máster antes que un hijo que te abrace y te haga reír, entonces sí, ponle muchos deberes en casa. Si quieres ser parte de la crianza de tu hijo entonces juega más con él y aparta un poco lo deberes.
Claro que no se puede ser tan drástico así, de la noche a la mañana. El sistema está montado como está, y cambiarlo, adaptarlo, evolucionar, requiere tiempo, proceso y tener claro el camino que queremos recorrer. Y para eso hace falta deberes. No se trata de quitarlos, se trata de organizarnos de otra manera para que tengan menos y pasen más tiempo haciendo otras cosas necesarias. Incluso aburrirse, sí, porque está demostrado que el aburrimiento en los niños estimula la imaginación y la creatividad.
La huelga de deberes, como todas las huelgas, se ha hecho para presionar, y así hay que entenderla. Ahora debatamos, demos argumentos y seamos capaces de hacer evolucionar nuestro sistema educativo. Hacer unos niños mejores es conseguir un futuro mejor. Y recordad que como dice Francesco Tonucci, el verbo jugar solo se puede conjugar con dejar.
