Una de las cosas más agradables que nos pueden pasar es la de disfrutar.
El disfrute que en este caso es intelectual me acaeció el sábado pasado escuchando a varios compañeros con los que es difícil, si no imposible, sustraerse al hecho del aprendizaje y cuando éste viene de la mano de un buen diserto, con una clara y coherente argumentación es cuando nos llega el disfrute pleno del aprendizaje.
Decía mi muy querido y admirado Antonio Olivenza que el Socialismo es un proyecto de felicidad inacabado porque siempre estamos insatisfechos. ¡Cuánta razón tiene! Yo en mi corto entender y experiencia le decía que tenía que rematar el concepto, que tenía que aclarar el porqué de esa insatisfacción. Cualquiera podría cerrar la frase, el porqué de ese anhelo, de ese descontento.
El Socialismo, mal que le pese a algunos, es algo vivo, y como tal, cambiante y ahí está la respuesta. Estamos descontentos porque los conceptos cambian con la realidad, se adecuan a ella y es ese cambio, esa adecuación la que provoca la insatisfacción. Se cambia con la realidad que nos rodea.
No cambian los conceptos básicos, esos son inalterables, son consustanciales al ser humano el deseo de ser Felices. Otro tema bien distinto es el concepto de Felicidad. Ahí cada quien tiene su receta pero entiendo que básicamente ésta se logra partiendo de la necesidad que tiene todo ser humano de ver cubiertas sus necesidades básicas y vitales y entre estas están como no, la Libertad y la Igualdad y para ser libres, realmente libres, es básico tener el estómago lleno. ¡Poca libertad tiene quien depende de otro para saciar su hambre! Exactamente igual ocurre con la lgualdad. ¡Cuántas revoluciones fueron las que gritaban Igualdad! Estos dos conceptos Libertad e Igualdad son la base ideológica, al menos así lo entiendo Yo, del Socialismo. Si nos paramos a analizar el Estado Moderno, el Estado del Bienestar que ahora nos estamos cargando, es el gran logro del Pueblo, del oprimido sobre el opresor.
Ahora, hoy, estamos insatisfechos, el gran ideal de Europa, de la Europa de los pueblos, de los ciudadanos se ha quedado en puro y duro mercantilismo donde lo que realmente importa es el estado de cuentas, el balance, siempre en positivo, de las grandes corporaciones y si para ello los ciudadanos pasan hambre o pierden libertad, no importa nada, Lo mismo ocurre a nivel más local donde en lugar de más libertad, tenemos ley mordaza, donde en lugar de más igualdad cada día las diferencias sociales son mayores.
En nuestras manos está el cambiar el paradigma pero eso no se hace sólo con críticas más o menos sesudas, ácidas, mordaces o indignadas en las redes sociales. La sociedad tiene que pelear, tiene que luchar y ello conlleva una organización, una estructuración y no caer en esto tan habitual hoy en día, no caer en los cultos al personalismo ni en los populismos de baratillo. El Empoderamiento del Pueblo tiene que venir desde el Pueblo o no será. El Socialismo es una de sus herramientas, muy desvirtuada últimamente pero fácilmente reconfigurable y reutilizable. No tengamos miedo a la Libertad, a la Igualdad y a la Democracia, a la Democracia de verdad, no a las Plutocracias disfrazadas con piel de cordero.
