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Igualdad

Machismo, feminismo y hembrismo

23 de Marzo | 13:31
Machismo, feminismo y hembrismo
El machismo es una ideología derivada de la cultura patriarcal, en la cual se presupone una superioridad del hombre sobre la mujer, y que aún está vigente en nuestra sociedad. Las consecuencias de esta ideología son enormes y se extienden por todos los ámbitos de la sociedad: desde los juegos y juguetes que se consideran adecuados para niños y niñas, hasta qué comportamientos o aficiones se consideran adecuados para los hombres y para las mujeres.

Esta ideología parece haberse ido debilitando y actualmente no es tan evidente, aunque aún está muy presente. La razón de que la influencia del machismo haya disminuido es la aparición del feminismo; un movimiento social y político que busca la igualdad de hombres y mujeres pero que, sin embargo, es ampliamente percibido por muchos como un movimiento que solo busca beneficiar a las mujeres.

Efectivamente, el feminismo nació como un movimiento que buscaba eliminar la situación de opresión a la que estaba siendo sometida la mujer. Por ello, los principales objetivos del feminismo pudieron parecer ser beneficiosos sólo para mujeres (esto si entendemos que una sociedad en igualdad solamente beneficia a una de las partes), pero más allá de eso, actualmente el movimiento feminista reivindica que el machismo perjudica a ambas partes, aunque unos perjuicios sean más evidentes que otros, y que es necesario conseguir una igualdad real.

Algo muy importante para alcanzar esa igualdad es comprender los mecanismos de transmisión de la ideología machista, y la principal vía es la educación. Esto nos deja un escenario complejo y desesperanzador, ya que pone en evidencia que somos nosotros mismos, tanto hombres como mujeres, los que perpetuamos esta ideología a través de la transmisión de los estereotipos y mandatos de género. Por ello, una de las principales vías de actuación del feminismo en la actualidad es la coeducación (educación en igualdad).

Sin embargo, y a pesar de que los objetivos de este movimiento pueden considerarse muy beneficiosos para la sociedad, no tiene muy buena fama entre la población general. Esto se debe a uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el feminismo: ser identificado como “hembrismo”.

El “hembrismo” es un concepto que se usa para designar a la mentalidad por la cual se considera que la mujer es superior al hombre. Pero, aunque es verdad que hay mujeres que se consideran superiores a los hombres, en realidad esta ideología no tiene ningún sistema, movimiento ni institución que la apoye. Por ello no podemos hablar de la existencia de un movimiento hembrista que esté proclamando un cambio en la sociedad de forma que las mujeres sean privilegiadas a costa del bienestar de los hombres; y aun así, la gente percibe que sí existe, y para mayor inri, atribuyen este objetivo también al feminismo.

¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué las personas malinterpretan al feminismo concibiéndolo como algo totalmente contrario a lo que en realidad es?

Desde mi punto de vista, creo que esta mala fama es provocada por el propio machismo. Cuando un oprimido trata de revelarse contra el sistema que lo oprime, este sistema pone en marcha mecanismos que desestimen al revolucionario. En este caso se ha producido lo que Miguel Lorente y otros autores han denominado “postmachismo”, que sería la reacción del patriarcado ante el feminismo. Y los nuevos mecanismos que ha puesto en marcha se caracterizan por algo muy peculiar y peligroso: adopta una postura de igualdad pero lleva a cabo mecanismos y acciones que perpetúan las desigualdades. Con lo cual se hace aún más difícil evidenciar la existencia de las desigualdades y luchar contra ellas.

Podría poner muchos ejemplos de esto, como las medidas que se ponen en marcha para garantizar la igualdad (por ejemplo la reciente polémica de los semáforos con falda para incluir a las mujeres); pero creo que es más importante recalcar algo: el machismo ha tenido que evolucionar y adaptarse porque el feminismo estaba generando cambios. Esto es algo que me hace mirar hacia delante con esperanza.

Algo estaremos haciendo bien si cada día hay más personas que reflexionan sobre el machismo y el feminismo; si el propio patriarcado se ha sentido amenazado por el feminismo y ha necesitado utilizar artimañas para desestimar al feminismo con apelativos como “feminazis”; y si cada día son más las personas que se autodenominan feministas y luchan por la igualdad.



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