Dice Pablo Iglesias textualmente en un mensaje de Twitter: “La libertad de Otegi es una buena noticia para los demócratas. Nadie debería de estar en la cárcel por sus ideas”.
Y a mi me gustaría añadir:
“Nadie debería de haber sido amenazado con quemarle o destrozarle el quiosco por no querer vender el Egin durante los años de Herri Batasuna”.
Estas amenazas siempre de tipo mafiosillo tipo El Padrino pero en cutre y con txapela se daba cuando, ese gran demócrata llamado Otegi, era un manda más de Herri Batasuna.
Esto la gente que vivió en el País Vasco esos años lo sabe de sobra.
O como entraban en las tiendas y robaban comida y lo que necesitaban para sus reuniones de mierda y la gente de las tiendas no les decía nada por miedo.
Ya por entonces Otegi era lo que sigue siendo a día de hoy, un símbolo para los demócratas, tal y como lo entiende el señor Iglesias.
Y aquí transcribo lo que le contestó Albert Rivera y respondió Pablo Iglesias:
Albert Rivera: Otegi fue condenado por la pertenencia a banda armada. Encarcelado por sus ideas está @leopoldolopez.
Y Pablo Iglesias le contestó: Menos lobos @Albert_Rivera que os salisteis del Parlament con el PP para no condenar el franquismo. Nosotros principios vosotros marketing.
Pues muy mal por parte del PP y del señor Rivera. Pero eso no justifica la inmensa gilipollez de decir lo de Otegi. Es como si yo justifico ir borracho conduciendo porque hay otra gente que va borracha y harta de cocaína al volante.
Pero decir que: “La libertad de Otegi es una buena noticia para los demócratas” es como si yo digo: La construcción de una estatua a Hitler es una buena noticia para los defensores de los Derechos Humanos.
Es más, es como si yo digo: Rouco Varela es el mayor ejemplo de humildad y pobreza desde San Francisco de Asís.
Es decir una puta gilipollez de tomo y lomo.
La libertad de Otegi es la que se produce cuando un delincuente ha cumplido su condena y punto. No hay más.
Marketing o mercadotecnia es decir las barbaridades del señor Iglesias cuando uno quiere consolidar sus votos en el País Vasco a toda costa.
Y es que mientras unos tienen las manos manchadas de cal, otros, tienen la terminología para referirse a ciertos temas cubierta de mierda.