A cualquier español de bien se le deberían revolver las tripas cuando se agravia, humilla y ultraja a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Pero está visto que “España es diferente” y no sólo a algunos NO se les revuelven las tripas sino que además, pactan y apoyan a los hijos de meretrices que les asesinaban hace unos años y que ahora quieren manchar su nombre insultándolos y vejándolos.