El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha acordado, en su reunión de este miércoles, poner fin a las restricciones de aforos y horarios en establecimientos públicos, en vigor desde el pasado año, tras la declaración de la pandemia provocada por el coronavirus
En este sentido, uno de los sectores más castigados por la crisis sanitaria ha sido el de la hostelería, que ha bregado con las medidas de seguridad empleándose a fondo para mantener vivos sus locales.
Por ello, El Correo Extremadura ha pulsado las sensaciones de cuatro hosteleros pacenses que esperaban como agua de mayo esta noticia.
Laura García, Carmen Gastrobar
“Una tabla de salvación”, así define Laura la vuelta a la normalidad. “Todo lo que sea que no haya limitaciones es una garantía de que la gente va a salir con más ánimo”. Reconoce a trabajadores y empresarios del ocio nocturno como “los que más han sufrido”.
“Al final esto se hacía necesario. También para los clientes que ya no tienen tantas incertidumbres. A pesar de las recomendaciones de la limitación de grupos, todo irá en la mentalización de las personas”.
Recuerda lo mal que se ha pasado por “las muchas restricciones en horarios, aforos. Pero luego los pagos eran al cien por cien. Ha hecho mucho daño al sector”, concluye García.
Alberto Sedano, Casa Rosendo
“Una buena noticia que nos viene como anillo al dedo, después de todo lo pasado”, enfatiza Sedano que, sin embargo, recuerda que no hay que bajar la guardia porque “el virus va a estar siempre”.
Asegura que los hosteleros van a seguir siendo responsables “manteniendo todas las medidas de seguridad y si hay que bajar el aforo, se baja”.
Blas Monje, No Ni Ná Gastrobar
Para Monje “se crean expectativas importantes. Vamos a tener más libertad. Tengo cierta preocupación, como todo hostelero, por lo que pueda ocurrir a partir de ahora. Tema botellón que podría representar una vuelta atrás”.
“Mi inquietud pasa por mantener las medidas de seguridad e higiene y no retroceder”, enfatiza el gerente de No Ni Ná.
Davis Soisa, Café Bar La Mirilla
Para David la noticia del fin de las limitaciones resulta más que positiva: “desde ayer por la tarde se ha notado que la gente se empieza a mover más”.
“Romper la barrera psicológica era muy importante. Casi dos años con esto y el arrimarse unos a otros aún resulta complicado”.
