La inocente “derechorra”

Queridísimos lectores; Mientras los partidos de derechas no se quiten los sambenitos con los que les apodan las izquierdas, llegarán a desaparecer.

Te escribe esto quien nunca fue de derechas, pero no trago la injusticia. El maestro de la manipulación e insidias, el comunista Stalin, dijo que “el control monopolizado de la sociedad es sencillo usando las palabras más injuriosas contra otros, y las más bellas y sobresalientes para sí, algo tan lícito como la mentira”.

Bautizó como «racistas», «fascistas», (“nazis”, “no progresistas”), a partidos nacionalistas como al Socialista Obrero del socialista Hitler, hasta entonces «camarada» amigo. Heredan esos apodos los socialistas de hoy, sin embargo, utilizando las lecciones del mayor asesino de la Historia, usan tales insultos contra la derecha, que nada tuvo que ver con ellos. Y no contentos aún, inventan más: «delito de odio», «xenófobos», «homófobos», «ultras», «extremistas», etc.

Se dan para sí vocablos tan favorecidos y tan políticamente correctos como «comunistas», «socialistas», «progresistas», «igualitarios», «trabajadores», etc., la «rosa» y el «clavel», que pronto demostraré que deberían pertenecer a la derecha.

Mientras las derechas no desmonten, radicalmente, que sus partidos no son «de los ricos», y derribe la gran falsedad de que los partidos de izquierda no son «de los pobres», cada vez fabricará la izquierda más pobres, es decir, más votantes para sí. Lee esto a quienes no leen, pero votan. 

Ángel Montes de Neira Monte