El impuesto de sucesiones

“El impuesto de sucesiones es un atraco al contribuyente al que se le hace pagar por lo que ya pagaron sus progenitores”. Así comenzaba yo una de mis intervenciones en la Asamblea de Extremadura cuando se estaba debatiendo la Ley de Medidas Tributarias en la pasada legislatura. Al final, y después de muchas horas de diálogo de verdad, y no como el de Puigdemont, mi grupo parlamentario y el PP llegamos a un acuerdo para que se retirara este impuesto a los que heredaran por un valor inferior a los 600.000 €.

Esta medida tributaria no fue algo que se le ocurrió al PREX-CREX para congratularse con la opinión pública, fue fruto de un estudio que los regionalistas encargamos a la UNEX y concretamente al profesor D. Francisco Álvarez Arroyo. En dicho estudio se concluía que este impuesto, además de injusto, era prescindible y que podía ser sustituido por otras medidas fiscales alternativas.

Así pues, y no solamente por este tributo, mi grupo parlamentario pactó con el gobierno del partido popular unas medidas tributarias que rebajaban la presión fiscal en Extremadura que, según “el índice de Frank”, es la Comunidad de España con mayor presión fiscal per cápita. Recuerdo que, a las 10 de la noche y frente al Hotel Cervantes de Mérida donde me alojaba, estuve casi dos horas al teléfono ultimando las condiciones del acuerdo con el que entonces era mi S.G. D. Estanislao Martín y ya de madrugada cerraba el acuerdo con Dña. Cristina Teniente, Vicepresidenta del Gobierno, que acababa de aterrizar en Barajas procedente de Roma. Al día siguiente, en el pleno de la Asamblea, el Impuesto de Sucesiones para muchos extremeños pasaba a mejor vida.

Pero la alegría dura poco en la casa del pobre. El triunfo del PSOE en las elecciones de 2015 hizo que se derogara la anterior Ley de Medidas Tributarias y se volviera a atracar a los contribuyentes. Pero aquí en Extremadura ya estamos acostumbrados a eso de “sarna con gusto no pica” y que los atraque fiscalmente la izquierda patria, a algunos les da gustirrinín. Esa teoría de que pagan los que más tienen es en el caso del impuesto de sucesiones, y en alguno más, una falacia descomunal. Los que heredan mucho, es decir, los más ricos, no tienen su domicilio fiscal en Extremadura, lo tienen en comunidades donde no se paga este impuesto. Así que aquí los paganos son los que heredan patrimonios humildes adquiridos por sus padres con gran esfuerzo y sacrificio. A esos es a los que atracan los justicieros de la siniestra política.

No me gustaría terminar mi parrafada sin hacer mención al poquísimo eco que tuvo en los medios de comunicación el gran trabajo que hizo el PREX-CREX para que las medidas fiscales fueran más leves y justas para los extremeños, especialmente su clase media. Los regionalistas en apenas dos años de grupo parlamentario planteamos cientos de propuestas y pactamos mejoras para nuestra Comunidad que, ni fueron divulgadas por los medios como se merecían, ni entendidas por muchos ciudadanos. Quizás este sea el sino del regionalismo en Extremadura, pero desde los aposentos de mi jubilación política intentaré a algunos refrescarles la memoria.