‘Calígula’, el emperador romano que quería la luna

“Nada”. Con esa palabra empieza esta segunda obra del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida dirigida por Mario Gas con una puesta en escena moderna en la que podemos sentir la tiranía de un emperador que roza la locura. Y “nada” es precisamente lo que tiene Calígula, un emperador que lo tiene todo.

Durante la representación de la obra de Albert Camus se pueden apreciar cuatro fases del emperador déspota y tirano, interpretado por un brillante Pablo Derqui, que, tras la muerte de su hermana y amante Drusila empieza a buscar lo imposible como poder sostener la luna en sus manos. Misión que es encomendada a su amigo Helicón (Xavier Ripoll).

Un emperador que en lo terrenal lo tiene todo empieza a utilizar su tiranía con el pueblo, al que pretende despojar de toda su riqueza, y piensa que todos deben morir porque en esta vida no son felices. Ya en la tercera fase de la obra se puede apreciar claramente a un Calígula con delirios de grandeza, con comportamientos extravagantes y fuera de lo moral, que pone una y otra vez a prueba de su lealtad a todo el que le rodea.

Con la complicidad de su cuarta esposa Cesonia (Mónica López) utiliza y humilla a sus más allegados a quienes empezará a rondarles por su cabeza la idea de matarlo aunque, en realidad, es el propio Calígula el que les ha alimentado esa idea para que lo maten.

La obra que se representará hasta el próximo domingo, 16 de julio, en el Teatro Romano de Mérida, también cuenta con algunos golpes de humor que los casi 1.800 espectadores han sabido apreciar muy gratamente en su estreno. La primera vez que se estrenó la obra ‘Calígula’ en España fue precisamente en este Festival de Teatro Clásico de Mérida en el año 1963 dirigida por José

Tamayo e interpretada por José María Rodero (Calígula) y Susana Mara.

Públicado por Marta González