El fin de semana ha sido completito en lo político, para qué vamos a engañarnos, por un lado congresos, reelecciones de presidentes regionales, renovaciones, etcétera y, por otro, mítines, sí, mítines, no me he confundido, a ver quién me niega a mí que la tríada no se ha dedicado a dar discursos, les confieso que tuve que mirar el calendario porque no sabía yo sí era el día previo a una jornada de reflexión o estaba en otro país. ¡Madre mía que energía!
¿Energía? ¡Anda ya! Sí, sí, anda ya pero la que tuvo que bajar el volumen de la tele fui yo, no estaba en el salón y fui rauda y veloz a ver qué pasaba y saben qué, era la ya candidata oficial a la secretaría general socialista, Susana Díaz, la presidenta de la Andalucía desgañitándose, seguro que se tuvo que tomar una jarabito porque si yo doy esas voces al día siguiente no puedo decir ni mu, ¡qué pena!
Pues sí, ahora sí es oficial, Díaz va camino de Ferraz y por lo que vi ayer, mejor dicho escuché, no se va a parar ni en la curvas.
Envidié su energía, sí, y no estoy de guasa, derrochó fuerza, poderío, garra, a cada frase que decía más arriba se venía pero no solo por los vítores, que fueron muchos, no por las aclamaciones, que las hubo de todo tipo en lo que dura un corte en un informativo con que en el discurso entero ni les cuento, no, no solo fue eso, el verdadero empuje de Susana vino de otro lado.
El frontal tuvo la culpa, que no era para menos, en ese caso fueron once ex ministros, cuatro presidentes autonómicos y los alcaldes y presidentes de diputación de decenas de ciudades y provincias de España sin olvidarnos las piezas claves de ese día, los nombres propios de las épocas gloriosas del partido, los referentes históricos, Alfonso Guerra, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, cómo para no venirse arriba, ante miles de personas los pesos pesado estaban dándole su apoyo, transmitiéndole su fuerza y energía, ¿es o no es para derrochar vida?
Díaz preparó concienzudamente este día y se notó, parecía hablar a todos y cada uno de los más de cinco mil asistentes, seguro que si preguntamos más de uno sintió que ella les hablaba, les susurraba las frases claves, bueno, se las chillaba, así entra mejor en el cerebro.
Fueron varias las ocasiones en las que repitió “volver a gobernar este país”, frase que en otros puntos del país seguro también se decía una y otra vez como cuando nos aprendimos la lista de preposiciones y ni nos parábamos a ver su significado. Y es en esas otras localizaciones españolas en las que creo, sinceramente, a alguno que otro la voz le tembló, no es para menos porque cuando fueran comentándoles el poderío que se estaba derrochando en IFEMA y el plantel que paseó cual alfombra roja, nunca mejor dicho, … hasta yo hubiera temblado y miren que ni me va ni me viene.
Sánchez y López están viendo venir a Susana, la cosa promete, nos queda un tiempito de refriegas porque a pesar de haber pedido “dejar atrás las peleas de barrio” creo que la vena macarra aflorará. ¡Qué guay, nos vamos a divertir!
