La idea de este proyecto tiene su origen en el taller de serigrafía del centro ocupacional de Plena Inclusión Montijo (Aprosuba 8) en el año 2010. La práctica diaria de actividades para el aprendizaje de una profesión, como son las artes gráficas, puso de manifiesto la dificultad que algunas personas tenían con la tarea de centrar nombres o imágenes en superficies varias para después proceder a su plasmación mediante transfers o serigrafía.
Se pensó en realizar interpretaciones de obras de arte de la pintura con el fin de practicar y asimilar la orientación espacial, contemplando objetos, figuras, personas, para comprender el tamaño de estos y así poder distribuirlos por el espacio de trabajo, respetando los márgenes de las superficies donde se realizan y sin que estos queden torcidos o descuadrados, … todo ello en el concepto del plano visual ayudándose de apoyos como marcas visuales, señalización de ejes y otras estrategias personales adaptadas a las necesidades de cada persona. Es entonces cuando empezamos a ser conscientes de que sus interpretaciones están cargadas de sentimientos y de arte. Así da comienzo una etapa de creación a través del conocimiento de numerosas y variadas obras, pintores, técnicas, movimientos y períodos artísticos en los que las temáticas son tan amplias como coloridas.
La exposición la componen un centenar de interpretaciones de grandes obras maestras de la pintura (Los fusilamientos del 2 de Mayo, La Fragua de Vulcano, La Revolución Francesa...).
Las obras constituyen una expresión individual de sentimientos, de percepción de colores, de formas,... de observación diferenciada. No solamente muestran el potencial creativo sino también las múltiples variaciones de percepción, interpretación y expresión personal a través de la mirada artística de cada una de las personas.
La muestra pretende ser expuesta para dar a conocer como los autores de estas obras, personas con discapacidad intelectual, con un apoyo individual y adecuado han conseguido transmitir una serie de sentimientos que no dejan indiferente al espectador, ofreciendo una visión única basada en la abstracción personal que los autores hacen de cada obra.
Con el trabajo realizado se otorga relevancia a las capacidades y a permitir que las personas desarrollen su creatividad, considerando el trabajo artístico y creativo como liberador y potenciador del desarrollo personal y del bienestar emocional, contribuyendo así a la plena inclusión social de las personas con discapacidad intelectual.
Las personas con discapacidad intelectual ponen de manifiesto con este proyecto su derecho a la Plena Inclusión Social. Puesto que el arte y la creatividad son una parte integrante de la vida en sociedad, estas personas participan de ella como un/a ciudadano/a más.