Hay quien dice que según esté el tiempo así van a ir sucediendo los acontecimientos, así se presentarán las circunstancias venideras, así estará el patio; si nos fiamos de eso imagínense cómo va a estar todo, revuelto, revuelto, revuelto, por tanto, a río revuelto ganancia de pescadores, solo nos queda conocer el río por el que navegamos y los pescadores que nos encontramos.
En política los hechos se suceden rápido, lo que ayer valía hoy ya no, lo que hace un mes servía para el que viene quedará obsoleto (véanse las ya incontables leyes de educación), aunque claro, lo vivido rápido lo que se dice rápido… Pero ahora ya sí, desde las votaciones del pasado sábado todo se ha encaminado, hoy ya podemos decir que tenemos Gobierno, presidente y ministros, hoy lo tenemos todo, menos una cosa, tiempo bueno, ése sí que no lo tenemos, ¿será el vaticinio de algo? ¿Buenos o malos augurios?
Sobre Moncloa se está asentando un nubarrón de los que dan miedo, sobre mi casa no lo querría yo, estoy por mandarle a Rajoy, el ya Presidente del Gobierno de España (menos mal que la coletilla de “en funciones” se ha perdido), un paraguas por lo que pueda pasar, aunque sea de propaganda, que son los mejores, los más grandes, los más resistentes, llueva, truene, granice o haga un airazo de impresión los de propaganda ahí siguen firmes y además con el tamaño sombrilla que suelen tener entran él y sus ministros.
¡¿Pero qué dice ésta del tiempo?! Seguro que alguno de ustedes se lo pregunta. Tranquilos que no voy a ser la nueva chica del tiempo. Es todo mucho más sencillo, por fin el equipo de gobierno está formado, los ministrables ya son ministros y en su día, hoy, parece todo revolverse, temporalmente hablando, aunque con una calma tensa, ¿no dicen que la calma precede a la tempestad? ¡Madre mía, qué nos queda por vivir!
Cartera en mano comienza el trabajo, si les dejan, porque la tormenta ya se está formando, la que se avecina por Ferraz y compañía… No sé pero creo que las nubes que vienen de esos lares no traen gotas para hablar, dialogar, tender la mano, pactar y consensuar, todo ello peticiones del ya ministro y portavoz Iñigo Méndez de Vigo.
¿Qué va a pasar con la oposición? Estos pescadores se aprovecharán del río revuelto y sino ya se encargarán de revolverlo ellos, que es más entretenido, y mientras tanto se desvían las miradas de sus problemas, por ejemplo, a ver, a ver,… barco sin capitán y el antiguo reclutando marineros, compra-venta de lo que no se puede vender, grumetes que aspiran a llevar el catalejo en el bolsillo, en fin, una y mil cosas que estos avispados marineros, quizás piratas, van a intentar guardar bajo la alfombra ahora que ya hay un destino hacia el que virar el barco, ahora que la brújula marca el Norte.
El panorama al que se enfrenta Rajoy no es precisamente el más deseado por cualquier político, gobernar sin mayoría absoluta es algo así como un ejercicio de fuerza, destreza y contención, sino echen un vistazo al número uno de la Plaza de España de Badajoz. El panorama al que nos enfrentamos los españoles no es fácil, vamos a presenciar de todo menos tranquilidad, los informativos abrirán una y otra vez con la sombra de la moción de censura, no hace falta ser pitonisa para verlos venir, escucharemos alguna que otra amenaza, ultimátum, tenemos que estar preparados para lo que venga.
Decía yo que a río revuelto ganancia de pescadores, más de uno tiene que estar frotándose las manos y contando las “ganancias” que prevé obtener, una pena que ésas sean las pretensiones de aquellos que se esconden tras ciertas siglas, una pena que eso sea lo que vamos a vivir, lo que vamos a presenciar y de lo que vamos a ser partícipes como actores de reparto, una pena que muchos no vayan a ver más allá de sus narices y no vayan a luchar hombro con hombro, codo con codo, salvando tempestades, remando hacia tierra firme, la tierra prometida, la de una España consolidada y firme como por la que el Presidente y su equipo van a luchar, por la que muchos queremos luchar.
