¡Cómo está el patio!

Buenas de nuevo. He estado ausente unos días contra mi voluntad. La edad y las lumbares jodidas no son buena combinación y pasa lo que pasa. Pero ya estamos aquí y la verdad es que no sabe uno por donde empezar. Han sido tan intensos estos días y tantas las noticias que estoy así como colapsado.

Del patio político para qué vamos a hablar y en su aspecto local quitando las cuatro denuncias que hace Ricardo Cabezas es que da la sensación de que aquí no ocurre nada. Ves la prensa y mi pregunta es: ¿existe el Ayuntamiento de Badajoz?

Aquí aparte de la desidia, del abandono sistemático y del deterioro del río ¿Qué más hay? No veo que el Consistorio esté haciendo nada ni que la prensa “oficial” diga nada.

He entrado en la famosa página de facebook del Club de Debates y he visto alguna denuncia con facturas de hace ya algún tiempo y pienso como Ricardo Cabezas que el Ayuntamiento debería haber tomado cartas en el asunto bien para desmentir bien para denunciar. Las facturas y los documentos no aparecen por las esquinas.

La ciudad está sucia ¡Y mira que nos cuesta los cuartos! La otra noche olía mal, fatal olía a mierda de perro. Cruzas el Puente de Palmas y cuando estás llegando a Puerta Palmas el hedor es brutal y si bajas al paseo, el cúmulo de basuras es por demás...pero todo está bien, todo está ok.

La única novedad reseñable es la del payaso... que por cierto, al payaso que hizo el montaje del payaso, la payasada le va a cortar como poco algunas lágrimas... y no de cocodrilo.

No me gustaría despedirme sin mencionar la última Catolicada. ¡Tranquilos, no se me alteren! ¿Acaso soy Yo culpable de ello?

Las cenizas de los católicos... tienen que pasar por caja... ¡Qué va a ser eso de tenerlas en casa o arrojarlas por cualquier sitio!

A ver, que yo me aclare ¿La resurrección es del alma o de la carne? Más que nada porque si es de la carne vamos a necesitar otro planeta... ¡no cabríamos en este! Salvo, claro está que sólo resuciten los católicos apostólicos y romanos buenos de verdad con lo que tendrían sitio hasta para perderse porque buenos, buenos...cuatro mal contados.