Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad buscan fórmulas fiscales para compensar el gasto de su conservación

Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España analizan en un curso en Cáceres los costes que les supone el mantenimiento de sus cascos históricos y buscan fórmulas fiscales para compensar ese gasto ya que, además, sus arcas municipales dejan de ingresar una cantidad importante a través de algunos beneficios fiscales, como la exención del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que disfrutan muchos monumentos.

Concejales de Hacienda de las 15 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad, así como expertos de Italia y Portugal, participan en este curso de la Universidad de Extremadura (UEx), cuyas conclusiones servirán como fundamento a la hora de pedir al próximo Gobierno central una serie de beneficios fiscales para estas ciudades que tienen la "obligación" de conservar un patrimonio de todos.

La alcaldesa de Cáceres y presidenta del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad (GCPH), Elena Nevado, ha explicado minutos antes de inaugurar el curso que se trata de hacer una reflexión sobre los tributos nacionales que perciben estas ciudades para que, conjuntamente con el Ministerio de Hacienda, se busquen soluciones de cara a una posible negociación que tenga en cuenta las "particularidades" de estos municipios, como por ejemplo Cáceres, ciudad a la que le cuesta 1.000 euros al día el mantenimiento del casco histórico, según avanzó la regidora.

Las conclusiones de cada una de las ponencias servirán como documento base para una "posible negociación con el Estado", ha dicho nevado, quien insiste en el coste añadido que las ciudades Patrimonio de la Humanidad tienen a la hora de conservar sus cascos históricos.

CUANTIFICAR EL SOBRE-COSTE

En parecidos términos se ha pronunciado el jefe del Servicio de Control Económico del Ayuntamiento de Tarragona, Jordi Sierra, quien ha hecho hincapié en el "sobre-coste" que supone ofrecer los servicios básicos en estas ciudades, por lo que considera necesario "cuantificar" ese déficit y aportar ideas para solventar económicamente el desequilibrio entre los mayores gastos por la conservación y los menores ingresos por las exenciones del IBI de muchos monumentos.

Por su parte, el profesor de Derecho Tributario de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, Jesús Ramos Prieto, ha recordado que el IBI es el "principal recurso" con el que cuentan las haciendas municipales, ya que el 25 por ciento de sus ingresos proviene de la recaudación de este impuesto que es el quinto tributo en potencia recaudatoria de todo el sistema fiscal. "Es un tributo muy potente", insistió.

Uno de los directores del curso, el profesor Francisco Álvarez, ha recalcado en que "el Estado no compensa la pérdida que sufren los ayuntamientos por las exenciones fiscales" por lo que "hay que buscar fuentes alternativas de financiación" para estas ciudades Patrimonio de la Humanidad.

Álvarez ha añadido, no obstante, que las exenciones fiscales de estos edificios "no son malas en sí", ya que ello incentiva a los propietarios de los inmuebles a invertir en su conservación, pero recalca que "el que pierde es el ayuntamiento", por lo que hay que buscar otras fórmulas de compensación de esta falta de ingresos.

Así, el objetivo de este curso, titulado 'Haciendas locales y patrimonio histórico' que se desarrolla en el palacio de la Generala en plena ciudad monumental de Cáceres, es poner encima de la mesa la evidencia de que las ciudades patrimonio tienen unos costes extras de mantenimiento y de servicios y, además, dejan de percibir una importante cantidad de dinero por las exenciones fiscales que disfrutan muchos de los monumentos con los que cuentan.

Entre los servicios especiales están la iluminación artística de recintos y monumentos, o la limpieza y recogida de basuras en cascos históricos que necesitan servicios especiales por la fisionomía de las calles.

El curso cuenta con la presencia de expertos en gestión de patrimonio como el italiano Federico Solfaroli o el portugués Francisco Nicolau Domingos, que hablarán sobre la fiscalidad y la protección del patrimonio histórico en sus respectivos países.

DATOS DE CÁCERES

En el caso de Cáceres, que el próximo mes de noviembre celebra los treinta años de su declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, se estima que los gastos de mantenimiento de su casco histórico le suponen a las arcas municipales un desembolso anual de 365.000 euros, unos 1.000 euros al día.

Así, los gastos especiales de mantenimiento y limpieza son de 200.000 euros al año en los que se incluyen camiones especiales, retirada de contenedores, refuerzo para actividades especiales como festivales, o mantenimiento urbano urgente para la eliminación de manchas, pintadas y cuestiones excepcionales.

Respecto a la exención del IBI, cabe destacar que en la zona de intramuros de la ciudad monumental cacereña existen un total de 50 inmuebles exentos del pago de este impuesto por lo que el ayuntamiento deja de ingresar un total de 165.683 euros anuales en ese concepto.