Mr. Wicket… Un niño y un hombre mirando el escaparate de la vida y nuestra sanidad.
Después de 41 años de médico al leer este libro he sentido en todo momento emoción, ternura y compasión y, en algún otro, rabia y frustración. Creo que a ningún lector le dejará indiferente esta biografía que relata la valentía de un niño diferente… "me tocó un equipo defectuoso de fábrica", luchando en un mundo a veces cruel y despiadado, pero que lo modela y convierte en un hombre culto, irónico, sensible optimista y feliz.
Cuando un médico o un amigo, gozando de buena salud, da consejos a un enfermo pocas veces hace el esfuerzo de cambiar y ponerse en el sillón del paciente. Ese es el mérito del Doctor Wicket/Jesús, que nos traslada la sensación de estar al otro lado de la mesa de la consulta de un médico, estar postrado en una cama o de visitante al pie de ella, o recibir la mirada despiadada del curioso que pasa al sentimiento de la persona observada.
El libro, con un lenguaje rico y capítulos cortos, es fácil de leer. Describe la forja de un hombre a través de una infancia en la trinchera, sus reacciones ante la incertidumbre, la fragmentación del mundo sanitario fragmentado, deshumanizado en ocasiones y, en otras, mostrando sus grandezas.
El Dr. Wicket como filosofo clásico que siempre estuvo muy ligado a la medicina reparte en su testamento las experiencias adquiridas en su larga lucha contra la minusvalía entre médicos, sanitarios, sociedad y políticos; así como su vitalidad en forma de consejo para superar con valentía, optimismo y amor la dura lucha que supone a un "defectuoso de fábrica" vencer el sufrimiento y la indiferencia de una parte de la sociedad actual.
Léalo, ante tanta basura televisiva que mitifica a personajes intranscendentes… Este autor y su libro tienen grandes valores, alma y sensibilidad.
Antonio Grilo Reina.
Médico Internista en Hospital de Valme (Sevilla).
Catedrático de Universidad – Facultad de Medicina (Univ. de Sevilla).
Acabo de finalizar la segunda lectura de El testamento vital del profesor Wicket, de Jesús Portillo. Ha sido un placer releerlo porque está magistralmente escrito, un libro que recomiendo a todas las personas. Es un regalo el viaje de la mano del autor por todos los rincones de su corazón, por sus luces y sus sombras. Es de mucha grandeza y valor la desnudez con la que se muestra. Nos recuerda que hay que dar gracias a la vida, que aunque con diferentes envolturas todos somos muy parecidos, nos invita a mirar más allá de lo que vemos y a ayudar activamente para que todos podamos vivir y disfrutar de un mundo más justo… y mucho más; ya lo comprobarás al leerlo.
Como enfermera, docente y ser humano he aprendido mucho, y quiero compartir que sin duda es una herramienta de aprendizaje para profesorado, alumnado y profesionales relacionados con la salud.
Nos invita al profesorado a una reflexión en profundidad desde su actitud crítica y reflexiva, ayudándonos a tomar conciencia y cuestionarnos nuestras creencias, nuestros esquemas de “lo normal” y de la “verdad” que podrían determinar nuestras capacidades actuales (escucha, respeto…) y nuestros discursos; influyendo y dirigiendo nuestro modo de enseñar, actuar y relacionarnos.
Los futuros profesionales de la salud tienen que adquirir las competencias necesarias en su itinerario formativo para poder responder al derecho de cuidado de la salud de las personas desde una perspectiva integral, de calidad y humana. Jesús Portillo al ser investigador de Universidad y “paciente” ofrece por un lado una lectura de calidad, importante para el alumnado universitario, y por otro lado, algo clave para profesionales de enfermería: cómo se vive en la piel y el corazón de una persona enferma los cuidados que prestamos. Cada uno de sus capítulos son piezas de gran valor para el trabajo, aprendizaje y desarrollo de competencias indispensables como la capacidad de escucha: empatía, presencia, disponibilidad, actitud crítica y reflexiva, y un largo etcétera; así como el trabajo de valores como la solidaridad, cooperación, justicia e igualdad, entre otros, tan necesarios para la formación de profesionales de la salud.
Gracias Jesús Portillo por escribir este libro, por compartir con tanta maestría y humanidad todo lo vivido, y por llamarnos a las enfermeras y enfermeros Cuerpo de esperanzadores.
Carmen Caro García.
Profesora del Departamento de Enfermería.
Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología (Univ.de Sevilla).
