Recuerdo hoy la campaña que hace unos meses llevó a cabo CCOO reclamando la concesión de la Medalla de Extremadura a los Bomberos Forestales de la región. Junto con una campaña de sensibilización y de reconocimiento para resaltar la labor que realizan estos profesionales, se recogieron firmas de apoyo a la candidatura del colectivo de “bomberos amarillos” para poder optar a este galardón. En pocos días, más de 1.500 personas contribuimos con nuestra firma esa iniciativa.
“Bomberos amarillos” es como se les conoce coloquialmente, ya que el amarillo es el color de sus trajes (equipos de protección personal) y que, curiosamente, los distingue del rojo de los bomberos urbanos. Al margen de la idoneidad del color y de los criterios de salud y seguridad en el trabajo que determinan esa elección, parece como si el color ejerciera de paradoja a la labor que realizan; me explico:
El amarillo es el color de mayor luminosidad que se utiliza convencionalmente para llamar la atención en casos de alerta, como en las señales de productos tóxicos, por ejemplo, o para mejorar la visibilidad de un objeto en general. Se utiliza un color que atrae poderosamente la atención para la identificación de un colectivo que realiza un trabajo tan discreto y lejos del protagonismo público que pasa desapercibido, a pesar de los desastres que sofocan. Sin embargo, estamos hablando de un colectivo grueso, de 900 personas, que trabajan en la conservación del patrimonio medioambiental de Extremadura desde hace más de 25 años.
Aún no sabemos si el resultado es el esperado. No sabemos por tanto si el presidente de la Junta de Extremadura se hará eco de la demanda ciudadana y propondrá la concesión de la Medalla de Extremadura. Lo que sí sabemos y hemos defendido desde CCOO es que cumplen el requisito exigido, esto es, que los Bomberos Forestales del INFOEX, por su dedicación a la protección del patrimonio natural extremeño y el valor de su trabajo en la defensa del mismo, son uno de los máximos exponentes de los servicios prestados a la ciudadanía extremeña en defensa de sus intereses.
CCOO de Extremadura recordaba en la campaña “Una Medalla para los Bomberos Forestales”, que la región cuenta con 2.727.233 hectáreas de superficie forestal, es decir, el 65 por ciento de su territorio y que hay cerca de 600 millones de árboles y numerosos parques, paisajes protegidos, monumentos naturales y corredores ecológicos.
Ese es el espacio laboral de los trabajadores y trabajadoras del Plan INFOEX. Para el sindicato, " han sido y son el alma protectora de nuestros montes, de nuestro patrimonio natural y, en ocasiones, de nuestras vidas". Por eso reclamos la Medalla de Extremadura. Su trabajo lo vale.
