Sol en Extremadura, Gazpacho de poleo y nuevos proyectos

Llegó el sol con fuerza a Extremadura y otro lunes más me tomo un descanso… Me hubiera gustado salir al campo o a visitar algún rincón de esta Extremadura tan bella, pero no conduzco, así pues hoy toca organizar mi restaurante y a relajarme un poco. Me siento bien conmigo mismo, he aprendido a quererme y eso es un gran avance, soy cocinero y tengo pasión por todo lo que me rodea.

A las 8 de la mañana, me he dado un paseo por el mercado y  por casualidad, me he encontrado en una frutería un pequeño manojo de poleo fresco silvestre... Ya sé lo que voy a comer hoy,  un gazpacho de poleo  como el que hace mi madre, idéntico,  sin innovar la receta. Es magnífica y no hay que perder la tradición. Cuando llego a mi casa pongo a cocer dos huevos, mientras en un bol pongo aceite de oliva, dos ajos, un chorro de vinagre y un poco de sal, un poco de poleo y... batidora en marcha. A continuación, un par de vasos de agua y una vez triturado un poco de miga de pan para que espese, también se puede hacer con huevos fritos.

Algo fresco llega el calor, los días pasan y tengo muchos proyectos, el más importante en Kenia que ya os hablaré, me emociono… Unos niños nos necesitan, con ayuda de personas de gran corazón estamos montando una casa de acogida.  Nunca pido nada, pero hay gente muy solidaria y todo lo que me llega se lo envío a esos niños. La casa ya está en marcha con alguna comodidad aunque necesitan mucha más cosas, poco a poco. Y próximamente, en mayo estaré en “Carrefourt” en un evento muy divertido que apoyará la labor extraordinaria que hace cada día el Banco de Alimentos de Cáceres. Ya os daré más detalles, para que vengáis a pasar un momento agradable y divertido, por supuesto, con esencia gastronómica. Y también tengo entre manos un libro, no sé,  muchas cosas para un corazón roto, pero YO puedo. Donde el corazón me lleve.