La pasada noche del sábado Ecuador sufría un terremoto de magnitud 7,8. Un suceso que ha causado males incalculables por el momento, varias poblaciones se han visto muy afectadas, en concreto una de las localidades ecuatorianas que más ha sufrido los estragos de este terremoto es Pedernales que ha desaparecido un 80% y hay al menos 500 fallecidos. Hablamos en EXCLUSIVA con una extremeña que reside en Ecuador y nos informa cómo se encuentra el país en estos momentos.
Rocío Fernández es una extremeña que desde hace 3 años reside en la capital de Ecuador, Quito, por suerte se encontraba en EE.UU. cuando sucedió todo. “Justo acababa de entrar en el avión para regresar de los EEUU. De pronto me llegó la notificación de facebook para que reportase si me encontraba bien después del terremoto. Me puse muy nerviosa porque ya no tenía internet para buscar qué había pasado. Pedí a una chica que me ayudase con su teléfono y ahí supe un poco de la magnitud de la catástrofe. Me tranquilicé un poco al ver que en Quito no había daños graves pero al no poder contactar con nadie la sensación de angustia fue horrible y duró todo el viaje. Ya en tierra vi que me habían mandado información y fotos de lo q estaba pasando y pude hablar por teléfono. En migraciones me dijeron que por suerte no había estado ese día, pero la verdad es que la sensación de impotencia, de falta de información y desconcierto no se la deseo a nadie”.
Esos momentos de incertidumbre sobre lo que está pasando se suman a la intranquilidad de saber que tu familia está a miles de kilómetros de distancia, en su caso, Rocío Fernández quiso adelantarse a los medios de comunicación, “les escribí adelantándome y más bien se enteraron por mí. No quise que vieran las noticias antes. Están tranquilos porque hemos hablado directamente”.
Rocío que ha recorrido de lado a lado el país
reflexiona al pensar que “
calles por las que has paseado, has ido de vacaciones a la playa o a trabajar, están convertidas en escombros y que la gente está sufriendo tanto y ha perdido todo lo que tiene”. Además, por su profesión, es
operadora de cámara y se encarga de la
fotografía en proyectos
audiovisuales, ha conocido prácticamente todo el país, “
viví un mes en Manta para hacer un documental sobre el sombrero de Montecristi”, “he visto cómo viven, son construcciones que ellos mismos hacen a veces, sin ningún tipo de regulación para prevenir este tipo de situaciones. Por eso con temblores de este calibre las casas se desmigajan”.
Aunque la magnitud de este sismo ha sido muy grande, en el país ecuatorial están más que acostumbrados a temblores de tierra, “los ecuatorianos están acostumbrados a los temblores, forma parte de prácticamente el día a día. Yo aún no me acostumbro. Duran unos segundos y nadie deja de hacer lo que está haciendo. El problema es cuando el temblor no es solo eso”.
Precisamente fue la situación del sábado, pese a estar acostumbrados a los movimientos sísmicos nadie está preparado para una catástrofe de estas dimensiones. Según Fernández, “hay ya mucha movilización. La gente ha respondido rápido están donando grandes cantidades de comida, ropa y medicamentos a organizaciones que se encargan de llevarlas a la zona del desastre”. Pero no todo es tan sencillo, las comunicaciones también están cortadas o deterioradas por culpa del terremoto, “muchas carreteras están literalmente destrozadas, pero sí se ha encontrado la manera de hacer llegar las ayudas. No han pasado ni tres días, supongo que todo mejorará en las próximas horas y días”.
En estos momentos Ecuador está recibiendo ayuda de otros países, “Venezuela ya está colaborando, todavía están valorando daños para saber qué es lo más urgente”, las tareas de reconocimiento de daños y de organizar los pasos a seguir son esenciales, “este trabajo es muy importante para que después todo sea más eficiente y se resuelvan las cosas más fácilmente”.
Es normal que, echando la vista atrás, intentemos buscar similitudes entre esta catástrofe y las que hemos vivido en España, para Rocío la principal diferencia entre la gestión de crisis de este tipo es “la falta de información. Tengo entendido que en los noticiarios de aquí tardaron dos horas en hablar del terremoto y que no se informó de nada con respecto a las réplicas, todo por un tema político de la ley de comunicación”. Fernández sentencia ante este tema, “eso en España, por ejemplo, no pasa. La información es muy importante y básica”.
En estos momentos, Ecuador necesita mucha ayuda, “se necesita ayuda, donaciones de dinero para estos momentos y para todo lo que viene. Mucha gente ha perdido sus casas, negocios, automóviles, animales… Las carreteras están intransitables. Va a ser un proceso de recuperación largo y difícil”.
Rocío Fernández está viviendo esta desgracia muy de cerca, “veo las imágenes de estas poblaciones en escombros y lo siento cerca, me afecta. Soy ciudadana de Ecuador y este es mi país hoy. No es el desastre que sufre la gente pobre y cambias de canal y ya no pasa nada. He trabajado con ellos, me han dado de comer y me han deseado lo mejor al despedirme. Es muy triste, es mucha gente buena y humilde, muchos niños…”
En España faltan cosas por saber, “el error más común que he oído es que Quito estaba muy afectado cuando no es así, se sintió el temblor y se agrietaron paredes, pero nada mucho más grave”. Pero Rocío Fernández quiere sobre todo hacer una reflexión, hay que “sentir que es una desgracia, que nos podía haber pasado a nosotros y que la solidaridad es lo más importante ahora”. Además asegura que están “muy muy tristes de que haya pasado algo así”. Y reitera pidiendo colaboración para ayudar a Ecuador, “que no se quede en qué pobrecitos, actuemos con donaciones para que se recupere lo antes posible”.
