Murió Shangay Lily que era una drag queen que escribía desde el dolor y muchas veces desde el resentimiento.
Cosa normal, porque había vivido la infancia en la España del tardofranquismo. Donde a los homosexuales se les llamaba maricones y se les maltrataba. En muchos casos recibiendo palizas por el solo hecho de sus preferencias sexuales.
Cuando yo era adolescente la visión cambió un poco y el término marica y mariquita condenó al obstracismo a la palabra maricón. Cosas de la plutocracia a la que aquí llamaron Transición Española.
De hecho, había una serie de cosas que distinguía a un marica de un hombre de verdad. Un hombre de verdad, un auténtico macho ibérico hecho y derecho no podía llevar pendiente.
Luego la plutocracia pensó que había que vender pendientes y establecieron la siguiente ley no escrita:
- Si llevabas el pendiente a la derecha eras un mariquita.
- Si lo llevabas a la izquierda eres un machote y ayudas a que las farmacias se forraran vendiendo pendientes hipodérmicos.
De donde se deduce que los cantantes de Hard Rock Americano eran bisexuales porque llevaban pendientes en ambos lados.
Luego llegaron los homófobos, disfrazados de tolerantes, que solían decir: yo no tengo nada en contra de los homosexuales de hecho tengo amigos homosexuales. Que era como decir: Yo tengo un podenco alemán y lo quiero mucho.
Más tarde vino la época zapateril donde un famoso presentador de Telecinco primero soltaba su discurso progre y luego sacaba a un pobre transexual, Carmen de Mairena, para reírse de ella en su programa.
Ya en los últimos años se ha caído en el arquetipo en las series del mariquita gracioso y con buen corazón.
Esto último, de las series españolas, a un amigo mío le fastidia much porque cree que se ha avanzado en derechos pero no en la forma de ver a los homosexuales como personas y no como arquetipos creados por la sociedad de consumo. Arquetipos donde los homosexuales llevan gafas de Gucci, hacen Pilates y son fanáticos de Lady Gaga.
Ya nadie utiliza la palabra maricón y debería de volver a usarse pero cambiando las acepciones peyorativas de la RAE hacia los homosexuales que bastante han sufrido ya.
Dos acepciones buenas serían:
Maricón:
- Persona dedicada a la política, finanzas o al mundo del espectáculo que, además, defrauda dinero en paraísos fiscales como Panamá para descojonarse luego de la clase baja y media española en su puta cara.
- Dícese de la persona que siente que su corazón es español y su capital panameño.