Publicidad en ElCorreoExtremadura.com
24 de Abril. 03:34 horas
Facebook El Correo Extremadura Twitter El Correo Extremadura  
 
Últimas noticias de actualidad de Extremadura en El Correo de Extremadura
Ir a Inicio
 
Cultura, literatura, historia, música
ACARICIANDO LA HISTORIA

Hamet ben el Cacip, de pirata a almirante

23 de Marzo | 13:50
Hamet ben el Cacip, de pirata a almirante
A finales de septiembre de 1397, la población castellonense de Torreblanca era asaltada y saqueada por una horda de piratas berberiscos, los cuales, amén de un gran número de cautivos, ciento ocho para ser más exactos, consiguieron llevarse de la iglesia nada menos que siete Hostias consagradas con la Custodia.

Este inaudito ataque pirata llegó a oídos del Consejo del Reino, quién decidió organizar una expedición armada para recuperar las sagradas reliquias, haciendo partícipe de esta decisión al mismísimo rey de Aragón, Martín I el Humano.

Sí, han leído bien. Que los berberiscos hicieran ciento ocho prisioneros para mantenerlos en cautiverio o ser vendidos como esclavos tenía un pase, pero de ninguna de las maneras se podía consentir el secuestro del copón bendito y de las siete formas consagradas. Todo un escándalo.

Como no podría ser de otra manera el asunto llegaba a oídos del mismo Benedicto XIII, el Papa Luna, quién expedía el 10 de marzo de 1398 desde Aviñón, una bula mediante la cual concedía por medio de sus prelados, indulgencias y privilegios de “crucesignatos”, es decir, de cruzados, a todos aquellos hombres y mujeres que quisieran participar en la expedición armada que el rey aragonés estaba organizando contra los “infideles afros”, los infieles africanos.

La noticia de tal expedición llegó a oídos del Papa de boca de Francisco de Fluviá, embajador real, quién narró tristemente los ataques sufridos por estos piratas en su tierra natal, Valencia, pero sobre todo, el secuestro de la Custodia con su sagrado contenido.

El causante y culpable de todos estos movimientos cristianos no era otro que el pirata  Hamet ben el Cacip, cabecilla de las hordas berberiscas.

De hecho, Hamet ben el Cacip tuvo el honor de ser nombrado el 29 de enero de 1425 el mayor y más peligroso pirata por los mismísimos jurados de Valencia. Así se lo hacían saber en una carta al rey Alfonso el Magnánimo.

Desde luego Hamet no era ningún angelito. Entre otras hazañas del berberisco se encontraban los ataques a Oropesa y Barenys, un sinfín de secuestros y asesinatos, en muchos casos a sangre fría, como el de En Portes de Mallorca, y por supuesto, el asalto a Torreblanca.

Tal fue la fama y el terror que infundía este pirata, que el propio sultán de Túnez lo colmó de riquezas y honores, nombrándolo almirante por su lucha contra la cristiandad.

Pero como dice nuestro refranero popular, que es muy sabio, “a cada cerdo le llega su San Martín.”

En una de sus correrías por el cabo de Palos, la nave de Hamet ben el Cacip encalló, siendo el berberisco capturado. El final para este tipo de piratas no era otro que el ajusticiamiento, sin embargo no sabemos que paso con Hamet. Debido a su posición y sus riquezas es muy probable que los tunecinos ofrecieran un rescate por él, o mejor dicho, los cristianos exigieran un rescate al sultán,  por lo que es muy posible que no fuera ejecutado. Poderoso don dinero. Lo cierto es que no sabemos que pasó con él.

Por cierto, la expedición organizada por Martín el Humano, con calidad de cruzada, fue todo un éxito. De hecho, el rey tuvo que cancelar el cupo de suscripciones debido a la gran cantidad de voluntarios.

En julio de 1398 dos flotas zarpaban desde el Grao de Valencia dirección a Ibiza, donde se congregaron los cruzados, nada menos que 7.500, distribuidos en 70 escuadras. Diez escuadras por cada forma sagrada robada. Que menos.

La expedición partió en el mes de agosto. Su objetivo era la villa de Dellys, también conocida como Telediç, y donde por supuesto no se encontraba Hamet ben el Cacip. Una vez desembarcaron los cruzados en esta pequeña ciudad de apenas 1.300 casas, la saquearon, incendiaron y masacraron durante dos días. Los resultados obtenidos en la expedición  fueron, 300 musulmanes cautivos, más de 1000 muertos, y un sustancioso botín.

Después de esta acción, el sultán de Túnez negoció con el el rey aragonés la devolución de las codiciadas formas sagradas, devolución que se hizo efectiva tras el cambio de estas por algunos cautivos.

Según cuenta la leyenda, en el fragor de la batalla de Teladiç, un fabuloso león bajó de una colina cercana arrebatando la Custodia al sarraceno que la retenía, devolviéndosela al capitán cruzado. De hecho es esta leyenda la que da forma al escudo de Torreblanca, donde se puede ver a dos leones rampantes sujetando la codiciada reliquia.

A fecha de hoy seguimos sin saber que pasó con el pirata almirante berberísco, pero lo que si consiguió es que Torreblanca cuente hoy en día con una bonita leyenda, y claro está, con un bonito escudo.

Gracias Hamet.



ElCorreoExtremadura.com | Todos los derechos reservados. Contacto - ¿Quiénes somos?
© EL CORREO EXTREMADURA
EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:
La dirección de este medio, no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores en este periódico digital
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.